Antes de decidirse a meter el dinero en algún producto financiero, el ahorrador debe tener presente diez aspectos que le ayudarán a no equivocarse.
«Un inversor necesita hacer muy pocas cosas bien si evita grandes errores. Así, no es necesario hacer cosas extraordinarias para obtener resultados extraordinarios». Es uno de los mensajes célebres del gurú estadounidense Warren Buffett.
Antes de poner a trabajar los ahorros, es conveniente que el inversor se siente y analice los pasos a seguir. Estos son diez consejos que deberá considerar:
1. No invierta en lo que no entienda.
Es uno de las recomendaciones que la CNMV da a todos los inversores españoles. Hoy en día, el ahorrador tiene ante sí un amplio abanico de productos a su alcance: acciones, fondos de inversión, derivados, renta fija, etc… Pero no todos serán apropiados para su perfil inversor.
Por ello, es importante entender tanto las características del producto (rentabilidad esperada, riesgo, horizonte temporal, liquidez) como del mercado en el que se negocia. Si se trata de la Bolsa, nunca se debería invertir en una compañía sin entender sus cuentas, según el gurú y gestor de fondos de Fidelity, Peter Lynch. Y es que «las mayores perdidas en acciones vienen de empresas con un balance débil», asegura el experto.
2.Conozca su perfil inversor.
Una vez entendido el producto que le interesa deberá cerciorarse de que éste encaja con el tipo de inversor que es usted.Con la entrada de MiFID II las entidades han puesto el foco en la correcta comercialización de los productos financieros. Para ello, clasifican a los clientes en tres tipos: conservador, moderado y de arriesgado. Por regla general, si una persona no está dispuesta a perder mucho dinero y quiere correr poco riesgo, debe considerarse conservador. En este caso debería estar dispuesto a aceptar un rendimiento bajo, ya que riesgo y rentabilidad suelen estar directamente relacionados: cuanto mayor sea la rentabilidad esperada, mayor será el riesgo asumido.
3. Contraste la información oficial.
El ahorrador debe saber que tiene a su disposición toda la información detallada de las características de un producto en la web de la CNMV. En este lugar podrá ver desde las cifras relevantes de cada compañía cotizada, así como los datos detallados de las entidades de inversión y los productos que se comercializan (fondos o sicav).
Buffett suele decir que lo correcto es no tomar los resultados anuales demasiado en serio. En su lugar, lo idóneo es centrarse en promedios de 4 ó 5 años que dan una visión más realista de una compañía.
4. No ponga todos los huevos en la misma cesta.
Incluso los inversores más arriesgados suelen jugar todo el capital a una misma carta. Para reducir el riesgo lo correcto es diversificar la inversión con tipos de activos. Y si sólo se invierte en Bolsa aconsejan tener en cartera compañías de distintos sectores y perfiles que puedan ayudar a sortear la volatilidad del mercado.
5. Invierta solo el dinero que no necesite a corto plazo.
Una de las máximas que debe cumplir el ahorrador es que solo hay que invertir aquel capital que no necesite en el corto plazo.Y es que por muy conservador que parezca un producto siempre existe un riesgo. Por ello, el particular debe estar preparado siempre para perder parte de la inversión y que ésto no le cree un problema grave.
6. Adapte sus inversiones a los plazos de sus objetivos.
Hay productos que funcionan a varios meses (letras) a un año (depósitos) o a varios (fondos de inversión). Por su parte, la Bolsa no tiene un horizonte temporal definido más allá del que le quiera dar el inversor. Lo más recomendable, según los expertos, es combinar en cartera activos con distintos plazos de tiempo para restar volatilidad.
7. No persiga los éxitos de ayer.
Otra de las máximas que no debe olvidar el ahorrador es que las rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras. Es decir, los rendimientos históricos no tienen por qué repetirse, por lo que hay que estar siempre listo para afrontar pérdidas. Y es que nadie sabe lo que harán los mercados y cómo afectarán a los productos, incluso a los de mayor éxito de la última década.
8. Conozca las características del canal que emplea para invertir. Si el ahorrador quiere contratar un producto o realizar una orden en Bolsa vía Internet debe tener en cuenta las condiciones del contrato. Uno de los inconvenientes de estos acuerdos es que nadie podrá resolverle las dudas en directo.
En el caso de la Bolsa es fundamental que el inversor recuerde que la rapidez en la transmisión de datos afecta a la fase de transmisión de la orden pero no a la de ejecución. Por tanto, cuando en su pantalla observe que la orden ha sido «aceptada» o «generada», siga el mercado de cerca e interésese por su introducción efectiva en el mismo.
9. Seguimiento y disciplina.
Todas las inversiones requieren un seguimiento constante, especialmente las que estén relacionadas con la Bolsa. Si alguien decide a comprar acciones, debe estar atento al precio que alcanzan en todo momento, marcarse un objetivo y actuar con disciplina. Es decir, si se adquieren unos títulos, se debería tener claro cuánto estamos dispuestos a perder y vender cuando se llegue a un determinado nivel. Y es que la avaricia es el gran enemigo del inversor, de ahí el dicho: «que el último euro lo gane otro».
10. Asesoramiento.
Por lo general, los productos de inversión y la operativa de los mercados son cada vez más complejos y requieren mucha atención, por lo que cada ahorrador deberá evaluar si le conviene recurrir al asesoramiento profesional para la gestión de su cartera. En caso de que una persona decida ponerse en manos de un experto, éste se debe encargar de determinar su perfil de inversión, así como de hacerle varias propuestas para que usted tenga distintas opciones entre las que elegir.