El mercado de las apuestas deportivas está en pleno auge. El número de jugadores aumenta año tras año, y según datos de la Dirección General del Juego (DGOJ), en su mayoría son perdedores (el 90% aproximadamente). Es muy complicado ganar dinero en el mundo de las apuestas deportivas, pero los propios organismos oficiales asumen que hay un 10% que sí lo hace.
Dentro de ese 10%, sin duda hay algunos afortunados o talentosos jugadores que consiguen hacer de las apuestas deportivas su profesión, una tarea que resulta complicada o casi imposible, pero, de todas formas, ¿qué pasa con esos jugadores ganadores?
Una profesión que no está contemplada
El principal problema de los jugadores ganadores es que las apuestas deportivas, al igual que el póker, no se contempla como profesión en la legislación española. No es posible darse de alta como autónomo en estos sectores, y así conseguir una cotización a la Seguridad Social y unas garantías mínimas. La única opción que tienen esos jugadores ganadores es declarar sus beneficios con las apuestas deportivas del mismo modo que un premio de lotería, y pagar unos impuestos que no aportan nada al individuo.
No es posible crear un despacho o empresa dedicada a ello, con gastos dedudibles, con IVA soportado y devengado, y en resumen, profesionalizar un sector que según datos de la DGOJ mueve el 3.3% del PIB estatal al año. Más de 10.000 millones de euros.
Numerosas herramientas y páginas disponibles
Uno de los factores determinantes en el auge de este sector es la aparición de múltiples herramientas y páginas que ayudan a los jugadores a ganar dinero con las apuestas. Una de ellas es Legalbet, un portal de apuestas deportivas que dispone de numerosas reviews, información, estadísticas, datos, y pronósticos gratuitos que se pueden visitar aquí:
https://legalbet.es/pronosticos-deportivos/
Estas páginas crean comunidades de jugadores, y cuentan con unos pronósticos respaldados por estadísticas de los “tipsters” que generan beneficios a los jugadores, siempre teniendo en cuenta los riesgos que conlleva un mercado tan azaroso como es el de las apuestas deportivas
La emigración, una opción cada vez más habitual
Ante esta situación, al igual que ocurre en el Póker, cada vez son más los jugadores que deciden emigrar a otros países que sí contemplan estas profesiones y donde es posible ser profesional del sector, pagando impuestos que contribuyan a la sociedad, pero también a uno mismo (Seguridad Social, pensiones, etc).
Países como Malta o Reino Unido reciben con los brazos abiertos a nuevos individuos que aporten dinero a las arcas estatales, mientras que España se mantiene impasible observando como salen del país ciudadanos que podrían aportar un beneficio extra al país, pero que no pueden hacerlo.
Desde la aprobación de la Ley del Juego en 2011, no ha habido más novedades al respecto. Lo único que se ha hecho es restringir el mercado, pasando de una liquidez internacional a una nacional (menos casas de apuestas, menos volumen de mercado, menos jugadores…). Por ello es urgente una reforma, dado el auge de estos sectores, pero parece que no están por la labor.