Los inversores estamos permanentemente en la búsqueda de encontrar las mejores herramientas para determinar si los mercados podrán sostener o no una determinada tendencia al alza o a la baja, y el apetito por el riesgo es una variable clave en estos temas. Cuando los inversores están con ánimo de asumir riesgos, es mucho más probable que suban los precios de las acciones en general.
Para aprender a evaluar el nivel de apetito por el riesgo que muestran los mercados financieros resulta muy útil el análisis de la evolución de diferentes sectores o clases de activos, los cuales pueden observarse sencillamente evaluando la evolución de los ETFs que los representan.
Algunos ejemplos para tener en cuenta:
El sector de consumo, por ejemplo, puede dividirse en consumo de bienes necesarios o de bienes discrecionales: los primeros son artículos como alimentos o productos para higiene, mientras que los bienes discrecionales son aquellos más ligados al placer que a la necesidad, o bienes cuyo consumo podemos posponer en el tiempo. El ETF Consumer Staples Select Sector SPDR (XLP) se enfoca en acciones de compañías ligadas a consumo necesario, como Wall Mart (WMT), Procter & Gamble (PG) y Kraft Foods (KFT), mientras que el Consumer Discret Select Sector SPDR (XLY) tiene una cartera compuesta por compañías en el sector de consumo discrecional, como por ejemplo Disney (DIS), Amazon (AMZN) o Starbucks (SBUX).
Cuando el último de estos ETFs está mostrando mejor retorno que el primero de ellos, significa que el mercado considera que la situación económica está mejorando y resulta conveniente apostar a empresas con ventas y ganancias más dependientes de los niveles de actividad económica.
También es posible obtener pistas sobre el apetito de riesgo del mercado analizando los retornos de compañías de diferente tamaño. El iShares Russell 2000 Index (IWM) es un ETF que mide el retorno de empresas pequeñas en los Estados Unidos, mientras que el SPDR S&P 500 (SPY) se enfoca en compañías grandes. Cuando las empresas pequeñas están subiendo más que las grandes, esto habitualmente significa que el mercado está dispuesto a asumir el riesgo extra que implica invertir en compañías de menor tamaño.
Algo similar sucede con el mercado de bonos: El ETF Vanguard Total Bond Market ETF (BND) tiene una cartera que se compone principalmente de bonos de alta calidad crediticia, mientras que el iShares iBoxx USD High Yield Corporate Bd (HYG) compone su cartera con bonos de alto rendimiento y baja calificación crediticia. Si los mercados están con ánimo de asumir riesgos, es probable que el segundo de estos índices muestre mejor retorno que el primero, dado que los bonos de riesgo suben más que los bonos seguros, y esto es una señal positiva para el precio de las acciones.
Del mercado de divisas también se puede obtener valiosa información que nos ayude a medir la propensión al riesgo en el mercado accionario. Dado que Australia y Canadá son países exportadores de commodities, sus monedas tienden a apreciarse cuando el mercado espera aumentos en los precios de las materias primas, lo cual generalmente viene acompañado de mejoras en el contexto económico global. La evolución de estas monedas frente al dólar puede medirse mediante ETFs como CurrencyShares Australian Dollar Trust (FXA) o CurrencyShares Canadian Dollar Trust (FXC), que miden la evolución del dólar australiano y del dólar canadiense frente a su par estadounidense.