Esta semana tenemos la reunión de la Reserva Federal de los Estados Unidos, en lo que será la despedida de su presidenta, Janet Yellen y el relevo de Jerome Powell, que a su favor cuenta con el apoyo de los republicanos y los demócratas.
Los mercados no pueden quejarse precisamente de Yellen, ya que, por ejemplo, desde que aterrizó en la FED en febrero del 2014, el S&P ha subido más de un 60% marcando máximos históricos. Por si fuera poco, deja un buen legado, con la economía norteamericana creciendo al 3%, la tasa de desempleo en niveles de mínimos de hace casi dos décadas y una inflación que crece poco a poco acercándose al objetivo de la entidad que es el 2%. Se podría decir que con ella se da por finalizado un periodo de política monetaria laxa.
¿Y qué podemos esperar de Powell, un republicano, abogado y multimillonario? Presidirá su primera reunión al frente del banco central los días 20 y 21 de marzo. En principio, lo normal es que no se aleje demasiado de la estrategia de subir los tipos de interés tranquilamente.
Así pues, será en su primera reunión de marzo cuando anuncie una subida de tipos de interés (los futuros de fondos federales otorgan un 78% de probabilidades) y las tasas quedarían entre el 1,5% y el 1,75%. Luego se espera que haya dos o tres subidas más en el año, aprovechando que la reforma fiscal de Trump allana el camino (dado que se estima que podría incrementar el producto interior bruto del país y crecer al 4%). Por cierto, John Williams va también por ese camino y piensa que se podría acelerar el proceso de normalización con incluso 4 subidas de tipos de interés.
¿Riesgo al que tendrá que hacer frente? La inflación, o mejor dicho, si no continúa la escalada prevista, ya que en ese caso no sería aconsejable subir los tipos de interés con tanta alegría, pero claro, unos tipos demasiado tiempo estando en niveles bajos también conlleva riesgo de burbujas.
Todo sea dicho de paso, a Trump le va a venir bien tener al frente de la entidad a Powell, principalmente porque al cumplir sus promesas electorales de bajadas de impuestos (y por tanto riesgo de alzas en la inflación), sabe que la FED no reaccionará con demasiadas subidas de tipos.
Respecto a la semana presente, decir que será importante porque presentan resultados el 36% de las compañías cotizadas del S&P y el 19% de las cotizadas europeas.
Los gráficos de los futuros S&P500 y Dow Jones son muy elocuentes. Desde comienzos del 2009 sólo han hecho una cosa: subir.
La volatilidad sigue en niveles bajos y por debajo de 20, hecho que ayuda a que no haya nerviosismo en los mercados y la presión compradora se imponga.
El índice de confianza del inversor sigue reflejando claramente optimismo.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es