Los altibajos habidos en las bolsas europeas estas semanas, debido en buena parte a factores externos y noticias desalentadoras, como el caso Volkswagen, han afectado de manera clara a la cotización de varios sectores.
En concreto, banca, automóviles, empresas alimentarias y constructoras son las que más oscilaciones han sufrido, al ser estos los sectores más sensibles a noticias y previsiones nada alentadoras a corto plazo.
En el pasado mes de octubre el IBEX 35 se revalorizó más de un 8%, frente a una caída del 3.5% el mismo mes del pasado año, señal inequívoca de que la confianza ha vuelto a los mercados, con sigilo y lentitud, pero de manera estable. Sectores como la banca, muy tocado a lo largo de la crisis, las constructoras y empresas de prestación de servicios han visto mejorar su valorización bursátil por dos razones: el negocio exterior en expansión y una mejora en sus previsiones para el mercado doméstico.
Sin embargo, y a pesar de que la tendencia es positiva, quedaría lejos de alcanzar los 12.000 puntos previstos por algunos analistas para final de este año, ralentizando así la mejora inicialmente prevista a lo largo de 2015, por lo que un consenso entre los mercados fue que el IBEX quedaría estancado en los 10.500 puntos a finales de octubre y permanecería así durante lo que resta de año.
Las razones del estancamiento del IBEX en los últimos días de octubre, y que con seguridad tomará tendencia durante noviembre y diciembre, son varias, relacionadas con la política interna y su relación con el exterior, ya sea por la situación de diversos valores de referencia o los desequilibrios en algunos otros países donde los principales índices del IBEX operan.
Los valores alcistas para la última semana del mes que podrían de alguna forma elevar la cotización de nuestro índice bursátil son compañías de comunicación como Telefónica y Mediaset, banca como Santander fundamentalmente, empresas de alimentación como DIA, a pesar de los vaivenes y bajadas durante estas semanas anteriores y sobre todo empresas del ámbito energético y gasístico, como Endesa y Enagás. Por su parte, existen otros valores que podrán arrastrar el IBEX en lo que resta de mes y en el último trimestre del año, como son Sabadell, OHL, fruto de su ampliación de capital, y casi todas las empresas de construcción e infraestructuras, debido a las dudas sobre los pagos en negocios exteriores.
Particularmente en este último caso, empresas como Acciona, Abengoa, OHL, FCC y ACS muestran serias dudas por la incertidumbre en el pago de las obras en los megaproyectos de Arabia Saudí, debido a la posible suspensión de pagos de la administración del país por la bajada brutal y permanente del precio del petróleo, lo que hace divagar sobre si estas compañías podrán afrontar la construcción sin liquidez. El negocio internacional, que hasta ahora había sido la tabla de salvación de las principales empresas españolas durante la crisis, se torna complicado en algunos países (Brasil también ha reducido sus inversiones derivado de la acuciante recesión) aunque puede verse como una motivación para volver al mercado doméstico, donde indicadores como el consumo nacional, el incremento de la inversión y la mayor confianza de los empresarios pueden ayudar a volcar la situación y adelantar un cambio de tendencia que dura ya 6 años.
Otro factor importante que afecta estos días al IBEX 35 es la anticipación de las elecciones en España, donde las dudas sobre la estabilidad después del 20-D son cada día que pasa mayores, unido al desafío secesionista en Cataluña.
Durante el mes de octubre los parqués han ido sumando enteros como refugio antes del periodo electoral y la posterior negociación de formación de gobierno, aunque claro está que ocurra lo que ocurra, la situación política de estabilidad habida hasta ahora en nuestra democracia será cambiada por otra en la que más de un agente deberá colaborar en la estabilidad de la acción de gobierno.
Por ello, los mercados se han ido adelantando todo este tiempo, septiembre y octubre, por el conocimiento de que las previsiones iniciales no podrán alcanzarse y el IBEX permanecerá estable y estancado hasta el cierre del año, situación que ha comenzado, con ganancias diarias de 0.02% y pérdidas del 0.5% durante la última semana de octubre.
La conclusión es que el IBEX 35 irá relajado durante noviembre, situación que se prolongará durante los siguientes meses debido fundamentalmente a que ha anticipado las subidas durante la primera parte del último trimestre. Este hecho viene derivado de la incertidumbre electoral próxima y de la inestabilidad y falta de confianza de los mercados en los destinos emergentes, además de la falta de actuación de la FED americana y el BCE.