Los medios financieros están ahora llenos de analistas calificando al mercado estadounidense como un mercado «exageradamente sobrecomprado» e incluso pronostican un próximo crash. Estos analistas se centran en el momentum y todo tipo de indicadores diseñados para medir el sentimiento, o cómo de eufóricos están los inversores.
Por desgracia para los pesimistas, el sentimiento no es un buen indicador a la hora de entrar en el mercado en el momento oportuno, y por sí solo no puede predecir cuando este mercado alcista finalmente se verá en problemas.
Sin embargo, los inversores hacen bien en preocuparse con el sentimiento excesivamente alcista que ahora vemos, ya que históricamente tiende a corresponder con periodos que a largo plazo no ofrecen mucha rentabilidad.
El sentimiento es una pista y no una señal de venta por sí mismo. Cuando es demasiado optimista, hay poco freno a una sorpresa negativa. La decepción podría venir con una temporada de resultados negativa o un aumento de las tasas de interés. Podría ser una guerra o algún tipo de shock en Washington.Pero eso no significa que haya que vender ahora mismo. El problema con un mercado en sobrecompra es que puede llegar a estar incluso más de sobrecomprado. Como Alan Shaw, el legendario ex jefe de análisis técnico de Smith Barney, dijo una vez: «Lo más alcista que podemos ver es un mercado en sobrecompra y permanecer en ese estado».
Una vez más, hasta que uno de estos catalizadores suceda, el mercado puede seguir su alegre marcha alcista.
La histeria sobre el sentimiento extremo no es nueva, y los expertos han estado peleándose contra el mercado todo el año. Ahí es donde nace el viejo dicho en el mercado que «escala un muro de preocupación».
Consideremos los hechos: La tendencia alcista sigue intacta, sector tras sector se están produciendo rupturas técnicas, y la amplitud del mercado en la forma de la línea de subidas/descensos se encuentra muy cerca de un récord.
Éstos nos dice que el mercado está a pleno funcionamiento y no demuestra el deterioro gradual que vemos normalmente en los techos de mercado principales. Considere el último gran techo en 2007. La amplitud alcanzó su punto máximo en mayo de ese año, mientras que el índice Standard & Poor’s 500 alcanzó su máximo en octubre. Durante meses hubo señales de deterior interno.
En diciembre de 1999, durante la burbuja tecnológica, el índice Nasdaq tuvo una sobrecompra como la que vemos ahora, pero no alcanzó su máximo hasta marzo de 2000. Y subió aproximadamente un 25% durante ese lapso.
Esto no significa que el mercado vaya a subir otro 25%, pero sí demuestra que las condiciones de sobrecompra no son signos de un techo inmediato.
Me preocupa que el índice del miedo y codicia de la CNN haya alcanzado niveles de codicia extrema este mes. Y me pregunto por qué el índice de volatilidad de CBOE, o VIX – calificado como el «medidor de miedo» – tocó un mínimo histórico la semana pasada.
Tal vez tiene algo que ver con la suavidad de la tendencia alcista. Ryan Detrick, estratega senior de mercado en LPL Financial Research, encontró que desde principios de 2017 estamos viendo uno de los años menos volátiles en la historia, con sólo ocho días de movimientos diarios del 1%. La última vez que ocurrió eso fue en 1965.
Charlie Bilello, director de investigación de Pension Partners, calculó que el actual mes de octubre, si terminara hoy, sería el mes menos volátil desde 1990.
Todo esto me dice que el sentimiento es más optimista que el que normalmente acompaña a una tendencia alcista sostenible, pero todavía no es lo suficientemente espumoso como para sugerir que el final está cerca. Ese techo puede estar a la vuelta de la esquina, pero tendremos que ver otros factores negativos antes de emitir esa advertencia.
Hay una señal de alarme en el sentimiento, aunque habla de la magnitud de una corrección más bien que de cuándo ocurrirá. El comercio de futuros VIX muestra a los especuladores con un posicionamiento corto récord, lo que significa que esperan que el VIX se mueva aún más a la baja. Lance Roberts, estratega jefe de inversiones de Clarity Financial, postula que cuando finalmente acabe la subida, la prisa por deshacer estas posiciones podría conducir a una subida de la volatilidad mucho más aguda de lo que la mayoría de los inversores pueden imaginar actualmente.
Traducido, eso significa que el mercado podría caer bruscamente. Sin embargo, no voy a extrapolar eso a un crash.
La conclusión es que el mercado sigue moviéndose en una tendencia ascendente general y suave, con sólo el sentimiento optimista sugiriendo problemas con la verticalidad de la subida. Los nuevos máximos son alcistas, no bajistas. Por lo tanto, tenemos que creer en el rally, hasta que nos d algunos signos reales de que las condiciones han cambiado para peor.
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa