Vamos a ver el estudio de posiciones, cómo se trabajaría la posición, el gráfico y qué estrategia sería la más adecuada, ya que el cálculo de variantes nos brindaría varias opciones.
Nota: buena parte de todo lo que se explica es a posteriori, ya que este serial de artículos sólo pretende aportar cuestiones pedagógicas, de manera que no se tratan de señales de trading, sino de explicaciones de las diversas variantes posicionales que nos ofrecen los diversos mercados.
Trabajando el siguiente gráfico nos encontramos con varios elementos que hacen a priori muy interesante detenerse y comprender el mecanismo correcto para abordarlo con ciertas garantías.
Lo primero que se puede observar es que existe un nivel de soporte bastante fuerte y sólido, ya que siempre que el precio ha llegado se han frenado las caídas y hemos asistido a rebotes al alza. Lo podemos comprobar en los meses de noviembre y diciembre del 2016, así como en enero del 2017. Una zona clave que ya nos invitaba a plantear una estrategia de compra en la zona de 1,0366 con un stop loss de protección por debajo del mínimo de toda la secuencia del soporte, en este caso por debajo de 1,0326, aunque dado que es pequeño lo ideal sería darle algo más de margen o recorrido, de manera que se podía colocar en 1,0266.
Bien, vemos que el pasado mes de junio el precio comienza a acercarse al soporte y por tanto a la posible entrada de compra en 1,0366 (siempre es mejor darle unos pipos de antelación para que la horquilla o spread no nos deje fuera, en este caso lo ideal sería una orden limitada de compra en 1,0368-1,0369). Además, contamos con un valor añadido, estamos entrando en sobreventa, hecho que tiende generalmente a fortalecer cualquier posición de compra en un soporte relevante.
Vemos que el precio se queda a las puertas, ya que baja a 1,0390 y de ahí tira para arriba. Ya que la subida no es nada del otro mundo lo ideal es aguantar la orden limitada de compra que teníamos lanzada por si regresase de nuevo y la cogiese. El precio regresa trece sesiones después y baja a 1,0370 (se queda a 1-2 pipos de la orden, literalmente por los pelos no la coge tampoco) y vuelve a subir.
Llegado este momento, hacemos un cálculo de variante y pensamos que podría estar formándose un patrón de doble suelo, de manera que la estrategia pasa a tener ahora dos patas:
- Mantenemos la orden limitada de compra en 1,0368-1,0369 por si regresa rapidito de nuevo el precio.
- Estamos preparados para comprar con orden a mercado si el precio supera los máximos de 1,0551 en lo que podría considerarse culminación de un patrón de doble suelo.
Pero tampoco lo hace el precio y vuelve por tercera vez a bajar y no llega a nuestra orden limitada de compra, esta vez baja a 1,0396 y de nuevo a subir.
No pasa nada, mantenemos vigente las dos estrategias indicadas anteriormente y esta vez con un atractivo añadido, que si por fin logra romper por arriba 1,0551 significaría la culminación de un patrón, pero ya no sería de doble suelo, sino de triple suelo.
Este patrón se caracteriza por estar formado por tres (o incluso más) suelos o mínimos consecutivos prácticamente al mismo nivel de precio, intercalados entre ellos con techos o máximos. Pero hay que añadirle una particularidad, que a medida que se van creando y formando nuevos mínimos o suelos, el volumen tiende a ir disminuyendo. Se considera culminado el patrón cuando el precio rompe la resistencia, el máximo formado tras crearse el primer suelo. Por regla general, cuanto más tiempo tarde en formarse este patrón y mayores dimensiones tenga, mayor será la repercusión que podrá tener finalmente en la evolución y devenir del precio.
Perfecto, el precio rompe al alza la zona de 1,0551 y con el pullback correspondiente como “filtro”. Así pues, entramos comprando en el pullback, es decir, en 1,0551 y anulamos la orden limitada de compra que estaba en 1,0368-1,0369.
Estamos ya comprados en 1,0551. Lo primero que hacemos es colocar un stop loss de protección, que dado que este mercado tiende a moverse alegremente, no puede ser muy ajustado, como mínimo en 1,0451 (100 pipos).
Para calcular la proyección de la subida del precio, hay que tener en cuenta que el precio puede subir como mínimo hasta el nivel de precio marcado por la distancia correspondiente a la altura del triple suelo (desde el suelo hasta su máximo), proyectada hacia arriba desde la propia base. Esto es simplemente una proyección, el precio puede subir más, por lo que prefiero hablar más de cálculo del primer objetivo de subida del precio que proyección de la subida en sí misma.
En nuestro caso, la proyección del primer objetivo de subida sería de 180 pipos, es decir, a 1,0731. Así pues, ahí colocamos el primer objetivo, de manera que si llega el precio cerramos el 50% de la posición. Cuatro días después se alcanza ese primer objetivo. La versión conservadora dictamina que se puede cerrar el 100% de la posición. La versión agresiva estipula que se debería de cerrar la mitad de la posición, continuando dentro comprado con la otra mitad y reajustando stop y objetivo. Si somos conservadores la operación estaría ya cerrada con +180 pipos. Si somos agresivos toca seguir leyendo…
En efecto, el stop loss ya podemos pasarlo a stop win, a stop ganador, siendo lo ideal colocarlo en torno a 1,06 y el siguiente objetivo en 1,0988 que es zona de resistencia. La lástima es que en un retroceso saltó el stop ganador, con lo que al final el balance sería de ganar +90 pipos con la mitad de la posición y +49 pipos con la otra mitad de la posición. Y digo lástima porque el precio sí llegó después al segundo objetivo de 1,0988, pero tras ir ganando 180 pipos un stop ganador ha de tener una mínima envergadura, es muy fácil decir que no se podía poner para asegurar +49 pipos porque estaba relativamente cerca.
Por tanto, hemos visto cómo se elaboró una primera resistencia (comprar en un soporte fuerte apoyado por sobreventa), cómo al no ejecutarse se pasó al cálculo de variantes creando otra estrategia basada en un patrón de cambio de tendencia.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es
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