Habitualmente los catalizadores principales de los mercados son ajenos al propio negocio de las empresas. Al fin y al cabo, cuando compramos una acción lo que hacemos es adquirir una parte del negocio de esa empresa a la espera de ser retribuidos con sus beneficios futuros. Es decir, el factor más importante a la hora de tomar una decisión debería ser cómo evolucionará el negocio de la compañía adquirida, y muy a menudo no es así.
Es por ello por lo que en este artículo nos centraremos, en base a un análisis del director de inversiones de M&G Valores, Nicolás López, en las previsiones de beneficios de las compañías cotizadas españolas. Con ello descubriremos si a precios actuales hay posibilidad de negocio o no. Veamos:
Desde mediados de 2016 las previsiones de beneficios se han estabilizado e incluso en los últimos meses se están revisando al alza. Después del durísimo ajuste del período 2008-2013 por la crisis de la economía española, y el estancamiento en 2014-2016 en gran medida por el ajuste en Latinoamérica, finalmente hemos entrado en una fase de crecimiento de los beneficios sostenible. El crecimiento de los beneficios es el factor fundamental detrás de un ciclo alcista bursátil y en este sentido es razonable asumir que, más allá de períodos correctivos inevitables, el actual ciclo alcista del mercado puede prolongarse en los próximos años.
En el caso del Ibex los analistas proyectan crecimientos del 10% para 2018 y 2019 lo que nos permite proyectar una línea futura de evolución de los beneficios. Por primera vez desde el ciclo anterior a la crisis hay expectativas serias de que estas previsiones se vayan a cumplir lo que nos deja un recorrido potencial para el Ibex del 10% anual más/menos la variación de los múltiplos de valoración.
Asumiendo un PER de 15x, las actuales previsiones de crecimiento de los beneficios implican un objetivo para el Ibex a finales de 2017 de 11.700 y de 12.800 a finales de 2019.El PER 12 meses forward del Ibex es de 14x, más o menos en la media de su rango desde el fin de la recesión en 2013. Asumiendo un PER de 15x, más razonable en un entorno de confianza en el crecimiento, el precio objetivo para el Ibex sería de 11.700 a finales de 2017 y de 12.800 a finales de 2018. Obviamente la fase de corrección actual sería una clara oportunidad de añadir posiciones a la renta variable cara a los próximos dos años.
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa