El promedio industrial del Dow Jones cruzó los 22.000 puntos a principios de agosto, su 32º máximo histórico en términos de cierre de este año y su cuarto hito de 1.000 puntos desde las elecciones estadounidenses. El índice blue-chip se ha más que triplicado desde el mínimo establecido en marzo de 2009. Estas son 5 de las teorías que corren por el mercado que intentan explicar por qué el mercado de valores sigue aumentando:
1. Las acciones reflejan el resurgimiento de la salud de las empresas estadounidenses
Las mayores empresas estadounidenses están creciendo sobre una base sólida. Con la mayoría de las compañías del S&P 500 reportando sus resultados en el segundo trimestre, las firmas están en camino de registrar otro trimestre de fuerte crecimiento de beneficios. El rebote ha sido amplio, y se refleja no sólo entre las firmas petroleras – que se han recuperado junto con los precios del petróleo – sino también en gigantes tecnológicos como Apple y en otras grandes multinacionales como Caterpillar. Aquellos que creen que el mercado de valores está en última instancia determinado por la tasa de crecimiento de los beneficios dicen que la fortaleza continua entre las empresas estadounidenses debería ayudar a impulsar nuevas ganancias en el mercado de valores.
2. La perspectiva global es más brillante
Los economistas están proyectando un repunte en el crecimiento mundial, mientras que la expansión de Estados Unidos sigue siendo lenta y estable – una combinación que los inversionistas dicen ha ayudado a impulsar a las compañías multinacionales, que han estado entre las acciones con mejor desempeño este año. Boeing, Apple y McDonald’s constituyeron el grueso de las ganancias que empujaron al Dow Jones por primera vez por encima de los 22.000 puntos. Los beneficios de tales firmas pueden recibir un impulso adicional si la debilidad en el dólar de los Estados Unidos persiste, porque hace que sus exportaciones sean más baratas para los compradores extranjeros.
3. La economía estadounidense se encuentra en una situación ideal
Los inversores se enfrentan actualmente con un entorno raro pero favorable: una economía que se está expandiendo no lo suficientemente rápido como para que la Reserva Federal tenga prisa por elevar las tasas de interés. La tasa de desempleo cayó a un mínimo de 16 años en mayo, sin embargo la inflación se ha mantenido obstinadamente por debajo del objetivo del 2 por ciento de la Fed, lo que sugiere a muchos inversores que es improbable que el banco central suba las tasas agresivamente. Muchos analistas advierten que el supuesto escenario «ideal» es poco probable que dure. Pero por ahora, «en un período en el que los inversores sigue siendo muy agresivos, todo esto se está uniendo para mantener a los mercados a flote en estos niveles tan altos», dijo Tracie McMillion, directora de la estrategia global de asignación de activos del Wells Fargo Investment Institute.
4. Los fondos pasivos están reforzando los precios
Un rasgo distintivo de la recuperación del mercado de acciones de este año es el incesante flujo de dinero hacia los fondos cotizados que replican a los índices. Unos 128.600 millones de dólares se han movido hacia los fondos que siguen a los índices estadounidenses desde principios de 2017 a junio, mientras que 99.000 millones de dólares netos fueron retirados de los fondos de acciones estadounidenses administrados activamente, según Morningstar. La compra de fondos pasivos está parcialmente compensada por el dinero que fluye de los activos, pero algunos inversores advierten que la creciente popularidad de los fondos índice que poseen cientos, a veces miles de acciones, se traduce en compras indiscriminadas divorciadas de los fundamentos corporativos. Una preocupación es que la compra persistente de estos fondos índices eleva las valoraciones en todos los ámbitos y que, si la crisis del mercado estallara, y la compra de fondos índices se convertiría en venta, dejando al mercado vulnerable.
5. No hay alternativa
En un entorno de tasas bajas, una razón por la que los inversores dicen que el mercado de valores sigue subiendo es simplemente que no hay alternativa que dé una buena rentabilidad. Después del desplome inicial tras el día de las elecciones, los bonos del Tesoro de Estados Unidos volvieron más o menos a donde comenzaron el año, con el rendimiento del bono a 10 años en 2.264%, comparado con el 2.446% de finales de 2016. Muchos inversores creen que los rendimientos permanecerán relativamente bajos a menos que haya señales de que la inflación está aumentando o el Congreso es capaz de aprobar políticas potencialmente impulsoras del crecimiento como el estímulo fiscal. Por ahora, con bonos que ofrecen rendimientos insignificantes, muchos inversores dicen que las acciones siguen siendo sus activos favoritos, incluso si están cada vez más nerviosos por el largo repunte de las acciones.
Fuentes: Wall Street Journal
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa