Veremos en este artículo un estudio de posiciones interesante, ya que aparece uno de los patrones estrella de cambio de tendencia. Veamos cómo se trabajaría la posición, el gráfico, el cálculo de variantes y qué estrategia sería la más adecuada.
Nota: buena parte de todo lo que se explica es a posteriori, ya que este serial de artículos sólo pretende aportar cuestiones pedagógicas, de manera que no se trata de señales de trading, sino de explicaciones de las diversas variantes posicionales que nos ofrecen los diversos mercados. En el libro de Ismael de la Cruz Instituciones de Análisis Técnico pueden profundizar en el análisis técnico y aprender a dominar esta valiosa herramienta, todo explicado de manera sencilla para que cualquier persona lo comprenda.
Les traigo hoy un estudio de posiciones interesante, ya que aparece en escena un patrón clave dentro de la familia de los que provocan un cambio o giro de tendencia, por lo que merece la pena analizarlo y si encima tenemos más sinergias pues mucho mejor aún.
En efecto, si observamos el gráfico, tenemos un patrón hombro-cabeza-hombro, patrón que generalmente aparece en la recta final de una tendencia alcista, alertando de que probablemente se acerca el final de la tendencia actual alcista.
Vamos a ir viendo cada uno de los requisitos y peculiaridades de este patrón y si se van cumpliendo. Una vez visto, pasaremos a ver cómo se trabajaría esta posición…
1º Requisito: la estructura de un hombro-cabeza-hombro está formada por tres techos, siendo el techo central el que se encuentra a un nivel superior de los otros dos techos, que están en los extremos y que ambos están a una altura similar entre sí. El primer techo realiza un máximo, formando el hombro izquierdo, el segundo techo forma la cabeza, siendo más elevado, y el tercer techo realiza un máximo a la altura del primer techo, formando el siguiente hombro.
Bien, cumplido sin problema, tenemos los tres techos, siendo el central el más alto y los otros dos de similar altura, todos ellos dentro de una clara tendencia alcista.
2º Requisito: en cuanto al volumen, el hombro izquierdo se forma con elevado volumen al subir, la cabeza también se forma con volumen elevado pero menor que el hombro izquierdo, el hombro derecho tendría volumen bajo.
Si les soy sincero, en este tipo de patrón no le doy mucha importancia al tema del volumen, es una apreciación muy personal. Por tanto, en mi caso, este segundo requisito lo obvio.
3º Requisito: el momento clave llega cuando el precio pierde el nivel denominado de varias formas, neck line, línea de cuello, línea clavicular. Este nivel se obtiene trazando una línea que una los suelos de la figura formada. Cuando el precio pierde esta zona llegamos al momento culmen, pues implicaría la culminación del patrón y el cambio de tendencia. Lo que sucede es que es más que aconsejable darle un cierto margen a la pérdida de la línea clavicular, entre otras razones porque así evitamos falsas señales
Bien , aquí les quería decir que la neck line no es todo lo ortodoxa que cabría esperar, es más, se podrían trazar dos líneas claviculares un poquito diferentes una de la otra. Yo tengo claro que me decanto por la que ven en el gráfico, de manera que es la idónea en mi opinión.
Hasta aquí todo muy fácil, muy bonito, muy fácil, ¿verdad? Pues ahora viene lo realmente complicado, porque el cálculo de variantes ofreció hasta tres alternativas de inversión y había que escoger una. Para no complicarles en exceso el artículo, no voy a entrar en detalle de cuáles eran las tres opciones, el por qué de cada una de ellas y cómo se trabajarían por separado. En su lugar, voy a ir directamente al grano, a la variante más simple de comprender y estudiar. De todas formas, decirles que el trading no es ver una señal de entrada y entrar. Si quieren hacerlo de manera profesional han de trabajarlo y mucho cada gráfico, calcular las variantes existentes, analizar profundamente cada una de ellas y decantarse, una vez escogida la variante que van a operar, es el momento de establecer y crear una estrategia completa de inversión con dicha variante como única referencia.
Llega el momento de decidir dónde habría que entrar corto (vendido), puesto que el patrón hombro-cabeza-hombro ya está culminado. Atendiendo a la variante que escogí para este artículo (la más sencilla), la entrada debería de hacerse cuando el precio pierde la neck line (cuadrado verde), con lo que sería cuando una sesión abre por debajo de dicha línea, en este caso sería en 4,47 euros.
Bien, ya estamos dentro del mercado, cortos (vendido) en 4,47 euros. Ahora toca calcular y poner el stop loss de protección. La versión conservadora (el stop más pequeño) sería colocarlo por encima de 4,82 euros (la parte alta de la última cabeza), por lo que se colocaría en 4,85 euros para darle un cierto margen de recorrido. En cuanto al objetivo, de momento no se lanzaría a la espera de ver si el precio realmente comienza a caer, es decir, a ir en nuestra dirección.
Llega la primera contrariedad, y es que desde la entrada en 4,47 euros sólo ha caído a 4,20 euros y desde ahí comenzó a subir hasta los 4,75 euros. Si bien es cierto que el stop loss de protección en 4,85 euros no peligró, en directo la cosa no estaba nada clara y nos podíamos temer lo peor y con razón, pero no siguió subiendo por encima de 4,75, desde ahí comenzó la caída esperada.
Es en ese momento cuando se impone fijar un objetivo y para ello hay que calcular la proyección de este patrón. Para ello, se coge la distancia desde la línea clavicular hasta el máximo o techo de la cabeza y esa misma distancia es la que hay que proyectar hacia abajo, desde la rotura de línea de cuello. En este caso en concreto, son 80 céntimos, lo que significa que si hemos entrado corto en 4,47 euros el primer objetivo estaría en torno a los 3,67 euros. La relación stop/objetivo es de 1:2, es correcta.
Tras el susto inicial del retroceso del precio en nuestra contra, por fin comienza a caer y alcanza el objetivo planteado de 80 céntimos de caída en los 3,67 euros.
Es cierto que este patrón por la estructura en sí misma, se hace bastante complicada de advertir en sus compases iniciales, de manera que no será hasta en la recta final cuando podamos comenzar a observar la posibilidad de que nos encontramos ante esta figura chartista.
Aunque a posteriori ha parecido bastante sencillo, les puedo asegurar que este ejercicio es completísimo porque el cáculo de variantes ofrecía diversas alternativas, no sólo en lo referente al precio de entrada, sino también al cálculo del stop loss e incluso al cálculo del objetivo. Fue un estudio de posiciones de lo más interesante que recuerdo en los últimos años. Y es que ésto es como el ajedrez, siempre hay varias opciones de movimiento y el profesional, antes de ejecutar uno, ha de analizar en su cabeza todas las demás opciones.
¿Por qué no he explicado todas las variantes? Pues porque aparte de que el artículo se me iría al menos a 15-20 folios, empezaría a resultar demasiado técnico y no todo inversor lo comprendería, de manera que mejor simplificar e ir poco a poco, ya habrá momento de ir incrementando sustancialmente el nivel de dificultad.
Ismael de la Cruz
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