Me dice el CEO de una importante gestora de fondos, que «nadie en España quiere una segunda crisis bancaria, salvo algunos populistas y otros políticos, que desde hace tiempo quieren que todo salte por los aires. España ha hecho muy bien los deberes y es un ejemplo a seguir en Europa. La quiebra técnica del Popular ¿cuántos depósitos han salido de la entidad en los últimos meses? necesita una solución de urgencia. Por eso, el Gobierno se está implicando en la operación y es muy probable que Bankia se haga con el control del Popular, porque su equipo gestor ha logrado que sea el más saneado y rentable de Europa y, que, en el mismo acto, cuente con un importante exceso de capital. Aunque no sea técnicamente correcto el caso, la operación se presentaría como la típica de caballero blanco: en economía financiera, dentro del ámbito de las fusiones y adquisiciones empresariales, se entiende por caballero blanco, al inversor, tanto empresas como personas físicas, que de forma amistosa, acude en ayuda de una empresa, que corre el riesgo de ser absorbida de forma hostil por otra entidad. El culebrón sigue, pero debe terminar ya, salvo que Popular muera por pérdida de sangre (depósitos)…»
Jesús Aguado y Angus Berwick escriben en Reuters que varios bancos españoles, incluida la nacionalizada Bankia, han mostrado interés en una potencial operación corporativa con Banco Popular, mientras sus nuevos gestores estudian opciones para solucionar los problemas de la entidad, lastrada por miles de millones de activos tóxicos. En un hecho relevante al regulador, Popular dijo el martes que ha intercambiado información con varias entidades que han manifestado interés en «una combinación de negocios» con el banco, que solicitó a los interesados confirmar su interés preliminar el mismo martes. Una fuente conocedora del proceso dijo que todos los grandes bancos españoles habían mirado el balance del Popular el fin de semana, antes de expresar su posible interés en la entidad. «Todos los bancos españoles han mirado este fin de semana los expedientes de riesgo del banco y una muestra de interés de los activos del banco, entre ellos los activos adjudicados, además de información comercial de la entidad», dijo la fuente. «Antes de las 1830 horas (del martes) tenemos que dar nuestra muestra de interés. Nos han pedido precio y estructura», añadió sobre un proceso que no es vinculante. El ministro de Economía español, Luis de Guindos, dijo el martes que Bankia era uno de varios bancos que estaba analizando la situación de Popular. Los analistas dicen que una fusión entre Popular y Bankia sería complementaria y crearía un gigante doméstico que competiría con los otros tres grandes bancos: Santander, BBVA y Caixabank.
Fuentes bancarias dijeron que Santander y BBVA también estaban mirando Popular, y los consejeros delegados de ambas entidades dijeron en las últimas presentaciones de resultados que analizarían oportunidades en su mercado doméstico, aunque los dos dijeron que estaban centrados en el crecimiento orgánico.
Dos fuentes bancarias dijeron que BBVA se acercó al expresidente de Popular Ángel Ron en noviembre sobre un posible acuerdo. Representantes de Santander y BBVA rechazaron hacer comentarios.
MÁS CONSOLIDACIÓN
Un portavoz de Popular dijo que el banco había dado mandato a JP Morgan y a Lazard para asesorarle en sus opciones estratégicas, lo que incluye o bien una fusión o bien una ampliación de capital después de realizar otra por 2.500 millones de euros el pasado año.
Las acciones de Popular han caído alrededor de un 62 por ciento el último año y son las que peor evolucionan en el índice sectorial europeo STOXX, lo que los analistas dicen que podría alentar ofertas de posibles rivales dada su baja cotización.
Bankia no puede cerrar acuerdos hasta junio debido a las restricciones impuestas por su rescate con 22.424 millones de euros de dinero público en 2012, pero una portavoz dijo que podía expresar su interés de antemano.
Caixabank y Banco Sabadell, que se han acercado informalmente en el pasado a Popular, dicen que ahora están centradas en integrar respectivamente la portuguesa BPI y la británica TSB.
Sin embargo el presidente de Popular, Emilio Saracho, pidió a Sabadell que mirase el balance de Popular en caso de que estuviera interesado, según una fuente cercana a la situación.
Representantes de Caixabank y Sabadell no hicieron comentarios.
Saracho dijo en abril, durante su primera comparecencia ante la junta de accionistas del banco, que la entidad tendría que embarcarse en una operación de fusión o ampliar capital dado el elevado volumen de activos tóxicos.
Popular presentó para 2016 unas pérdidas récord de 3.600 millones de euros, a los que se sumarán otros cientos de millones de euros por ajustes necesarios detectados por una auditoría interna en abril.
Moisés Romero
La Carta de la Bolsa