Tanto tiempo hablando de la Gran Rotación, tanto tiempo esperándola y cuando llega, como el cuento del lobo, pilla a la mayoría de los actores en el mercado mirando al tendido. O a la televisión. La Gran Rotación es el proceso por el que los inversores, después de años de tendencia alcista en el mercado de bonos, traspasan paulatinamente sus posiciones en el mercado de renta fija al de renta variable. En el pasado la Gran Rotación ha sido fallida en muchas ocasiones. Los bonos seguían acaparando fuertes posiciones compradoras y aumentando sus precios a niveles que muchos consideran como burbujas. Finalmente esto ha cambiado. Como vemos en el siguiente gráfico realizado por el Deutsche Bank, la capitalización del mercado mundial de valores se ha incrementado a la misma tasa que decrecía el valor del mercado de bonos. Desde las elecciones de EE.UU. en noviembre, la capitalización mundial del mercado de acciones ha subido en 3 billones de dólares, mientras que la del mercado de bonos mundial ha caído en esos mismos 3 billones de dólares.
Los analistas del Deutsche Bank señalan al respeto “aunque algunos indican a la apreciación del dólar a este diferente comportamiento, la gran rotación sugiere que todo el dinero que ha salido del mercado de bonos desde las elecciones presidenciales de EE.UU., se ha ido al mercado de acciones”.
Si realmente la Gran Rotación está pasando, estaríamos únicamente en sus fases iniciales. Aún quedan muchas posiciones en el mercado de bonos que para no sufrir una tendencia bajista que se aventura larga, tendrán que trasladarse al mercado de acciones. Esto provocará una presión compradora, de hecho ya la está provocando, que apoyará las valoraciones actuales de los mercados y las llevará aún más allá.
Si la Gran Rotación se produce finalmente, a la renta variable aún le queda un fuerte camino alcista que recorrer.
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Hay más. Dan Roberts, de Fidelity, señala que
La Gran Rotación que empezó a mediados de 2016 marcó el cambio de sentimiento del mercado, que empezó a huir de los valores de calidad hacia los valores cíclicos, sensibles a la economía. Esta tendencia fue un obstáculo para el fondo FF Global Dividend Fund, que dirige Dan Roberts y que está orientado de forma permanente hacia las acciones de calidad que ofrecen dividendos. Desde la óptica de Roberts, esta tendencia ha sido indiscriminada teniendo en cuenta el contexto económico en el que nos movemos:
“Poniendo la rotación en contexto, en la segunda mitad de 2016 vimos el segundo mayor giro desde las acciones de calidad hacia las infravaloradas en 25 años (gráfico 1). Solo en 2008/2009 asistimos a un giro de mayor magnitud, pero se produjo tras la crisis financiera mundial y el inicio de un nuevo ciclo. Este tipo de rotación suele ser un comportamiento típico del arranque del ciclo. Actualmente, llevamos entre siete y ocho años de expansión mundial.
Además, los beneficios en EE.UU. están cerca de máximos históricos. Usando los márgenes de beneficios como ejemplo, el gráfico 2 muestra que los márgenes son elevados. Dado que el ciclo está en su fase de madurez y los beneficios en niveles elevados, no estamos ante una apuesta por la recuperación de los beneficios. Hay casos de acciones que se han vendido con fuerza sin que haya habido noticias negativas en el plano fundamental. Del mismo modo, los valores cíclicos han visto revisadas al alza sus valoraciones de forma indiscriminada, lo cual en algunos casos puede tener difícil justificación, dado que estamos en los últimos compases del ciclo.
La editorial profesional Wolters Kluwer es un buen ejemplo de valor de calidad vapuleado durante la rotación. La visibilidad de sus ingresos es excelente (ventas recurrentes del 78%), su conversión de efectivo es sólida (por encima del 90%), su balance está saneado (ratio deuda neta-EBITDA de 1,8 veces) y cuenta con márgenes elevados y estables. Wolters también tiene exposición a EE.UU., donde obtiene el 75% de sus beneficios. A pesar de estos factores, la cotización cayó un 20% entre septiembre y noviembre sin que cambiaran de forma significativa sus perspectivas”.
Moisés Romero
La Carta de la Bolsa