Hace algún tiempo vimos cuáles eran los pasos que había que seguir para implementar una estrategia clásica de inversión en Acciones de Valor. En particular, estuvimos revisando un selector clásico que hace las delicias de los defensores del análisis fundamental. Si vosotros también creéis firmemente en el Value Investing, este sistema de largo plazo encajará perfectamente con vuestra metodología de inversión.
En su día fuimos examinando en detalle las reglas necesarias para filtrar las acciones con mayor potencial desde el punto de vista de la inversión por Valor (ver post Selector de Acciones de Valor ). Y, del mismo modo, hicimos hincapié en la importancia de hacer un seguimiento periódico de los títulos extraídos. Finalmente, incluí un comentario rápido en el que mencionaba la posibilidad de añadir un stoploss a esta estrategia. Aunque no considero imprescindible su empleo en este tipo de selector, no viene mal profundizar un poco más sobre este asunto.
¿Usar stoploss en un Selector de Acciones de Valor?
Una cuestión más controvertida que la tratada en post anteriores es la del uso de stop en los títulos extraídos con el Selector de Acciones de Valor. ¿Se debería usar stoploss o, una vez seleccionadas las empresas, se debería dejar que muestren su potencial independientemente de la evolución del precio? La verdad se trata de una cuestión muy personal y el hecho de usarlo (o no) va a depender de cada inversor.
Personalmente, aunque el stop no está muy bien visto en el mundo del análisis fundamental, prefiero incorporarlo en las carteras basadas en selectores. En líneas generales, suelo emplear un stoploss del -20% (aunque podría valer cualquiera situado en el rango entre -15% y -25%). De esta forma, evitaremos mantener en cartera títulos que sufran desplomes superiores al -50%, cosa que suele ocurrir más a menudo de lo que nos gustaría admitir.
Por tanto, una vez que realicemos la compra de los valores extraídos por el selector de acciones, procederemos a situar un stoploss del -20% en cada uno de ellos. Posteriormente, en cada una de las revisiones periódicas que hagamos también tendremos que ir actualizando dicho stop.
– Trailing stop: si el título ha subido desde la última revisión periódica realizada, entonces procederemos a situar el stop un -20% por debajo del precio actual.
– Mantener stop: si el título ha bajado desde la última revisión periódica realizada, entonces mantendremos el stop en el mismo punto en el que se encuentre en ese momento, independientemente del precio actual del activo.
Vuelvo a repetir que el uso de stoploss no es algo obligatorio. Su uso en las estrategias basadas en análisis fundamental no sirve para mejorar la rentabilidad de las mismas a largo plazo. Aunque, eso sí, suelen ser muy efectivos para reducir la volatilidad de la cartera. A mi me vale con esto último y por eso lo empleo a menudo. Sin embargo, eso no quiere decir que tú tengas necesidad de utilizarlos también. Simplemente se trata de una herramienta más: tú decides si la empleas o no.
Conclusiones del Selector de Acciones de Valor
Como hemos dicho al principio, la estrategia de selección de Acciones de Valor es una de las más famosas que existen y, de hecho, es la que suele identificarse más claramente con el análisis fundamental. ¿Por qué ocurre esto? La razón es que la idea de este selector es buscar las empresas con mejores ratios fundamentales y que estén cotizando a un precio razonable. De este modo, aunque no se trate de compañías que estén de moda en el momento actual, sí que vamos a disfrutar de modelos de negocio que tengan un beneficio consistente.
En particular, el Selector clásico de Acciones de Valor del que hemos hablado se basa (junto al precio y la capitalización bursátil) en los indicadores PER, PER Futuro, PVC, PV y las recomendaciones de los analistas. La idea es que todos estos ratios sean pequeños y, en cualquier caso, que estén por debajo de la media del mercado. Con estos mimbres, no es difícil inferir que se trata de una selección conservadora de empresas.
Una vez que hayamos incorporado en cartera los mejores títulos extraídos por nuestro Screener de Bolsa preferido, hemos de tener en cuenta que tendremos que seguir haciendo un seguimiento de la misma. Para ello, disponemos de dos herramientas principales. Por un lado, la revisión periódica, que hará que cada trimestre (o cada mes o cada año) incorporemos a los mejores valores. En otro lado, el stoploss, que nos servirá para disminuir la volatilidad de la cuenta e impedirá que una acción siga en cartera cuando haya perdido más de un -20% o de un -25% de su precio.
Por supuesto, antes de poner en práctica este selector de acciones, tenemos que decidir si la inversión por valor encaja con nuestra filosofía. Recordemos que, si no es así, tenemos otras opciones disponibles: inversión en crecimiento, estrategias GARP, por datos macro, por dividendos, por sectores, por fuerza relativa, etc… Y si, aún así, no encontramos nada que encaje con nosotros, siempre podemos irnos al análisis técnico o al análisis chartista, donde seguro que podremos encontrar un sistema de trading adecuado para nuestra personalidad.
Para despedirme, os dejo un enlace a un vídeo en el que Warren Buffett explica cómo hay que valorar una acción, es decir, lo que sería la base de una estrategia de Value Investing. Dura menos de 5 minutos, así que no tendréis que dedicarle mucho tiempo y puede que aprendáis algo importante.
Y nada más. Eso era todo lo que quería contaros por hoy. Espero que la información haya servido para que quede claro cómo debe ponerse en marcha una estrategia de Selección de Acciones de Valor.
Fuente: Tambolsa