Hace unas semanas, Merkel y Hollande anunciaban lo que para algunos era uno de los posibles caminos de Europa y para muchos otros una barbaridad, una Europa a dos velocidades.
No sabemos como se resolverá la enquistada situación europea pero, en todo caso, es necesario identificar los problemas para poderlos solucionar.
Uno de los problemas que pesan en la toma de decisiones del Banco Central Europeo es la diferencia entre los tipos de interés de los bonos gubernamentales de los distintos países de utilizan la moneda única.
Consecuentemente, al BCE (Banco Central Europeo) le resulta extremadamente difícil, por no decir imposible, tomar decisiones que sean la mejor opción para todos los países.
El siguiente gráfico muestra la evolución de los tipos de interés de los bonos a 10 años de Alemania, Francia, Italia y España durante los últimos 5 años.
El gráfico habla por si solo.
En la zona superior Italia y España, con mayor desconfianza por parte de los mercados y, por lo tanto, teniendo de pagar tipos de interés más altos por el dinero que piden prestado.
En la zona inferior, Francia y Alemania, con tipos de interés mucho más bajos que sus compañeros de viaje.
Vale la pena destacar lo que pasó durante el período 2011/2012 cuando los tipos de interés de los bonos italianos y españoles subían, los tipos de interés de los bonos alemanes y franceses hacían nuevos mínimos (doble flecha roja). En plena crisis europea el dinero huía «literalmente» de los países periféricos para refugiarse en el núcleo duro de Europa.
Parece que al dinero no le cerraron las puertas…
Posteriormente, a finales de verano del año 2012, Draghi (presidente del BCE) anunció la famosa frase «haré todo lo que sea necesario para salvar al euro».
Sus colegas de Black Rock, Goldman Sachs y el resto de grandes bancos de todo el mundo lo entendieron a la perfección y se pusieron a «comprar bonos como locos», ya que, sabían que posteriormente el BCE compraría esos bonos al precio que fuera.
Desde entonces (verano 2012), los tipos de interés de los bonos a diez años iniciaron una de las mayores tendencias bajistas en tipos (alcistas en bonos) de la historia.
Hasta que, a mediados del año pasado, el bono alemán a 10 años entró en terreno negativo. Quizá, este fue el momento en el que se dieron cuenta de que se les estaba «yendo de las manos».
Mañana les explicamos que han hecho los tipos de interés desde el verano pasado.
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