«¿Sangre latina? ¿Ignorancia financiera? ¿Juego? ¿Especulación pura y dura? ¿Efecto manada? Sea lo que fuere, los españoles no tenemos buena fama en lo que respecta al mundo de la inversión en Bolsa. Unos nos consideran demasiado fogosos, enamoradizos con valores y tendencias. Otros, poco duchos y adiestrados en estas cosas tan complejas y extremadamente difíciles de la Bolsa. Aquellos, que hay poca Historia general en la materia, que es lo mismo que decir, que hasta hace muy poco tiempo, siempre con perspectiva histórica, lo de invertir en Bolsa era cosa de un puñado de adinerados inversores, de gente rica. No obstante, las cifras son contundentes y confusas: La presencia de inversores extranjeros en la bolsa española alcanzó el pasado año un récord al elevarse al 43 %, lo que equivale a unos 276.000 millones de euros, según un informe de Bolsas y Mercados Españoles (BME) sobre la distribución de la propiedad de las acciones en el mercado bursátil nacional. Asimismo, el informe destaca que las familias españolas poseen más de la cuarta parte (26,2 %) de las acciones de las empresas cotizadas, con un valor aproximado de 167.000 millones de euros…»
«En porcentaje, la tasa duplica los números del resto de la Unión Europea (UE), y, en opinión de BME, esto «pone de manifiesto el atractivo de las acciones cotizadas como destino del ahorro financiero de las familias», una tendencia creciente que comenzó en 2008. En tercera posición figuran las empresas no financieras, con una cuota de mercado del 17,1 %, la más baja desde el año 2000…»
«Por lo que respecta a las administraciones públicas, apenas poseen un 1,9 % de las acciones cotizadas en la bolsa española, cuatro décimas menos que un año antes; en cuanto a bancos y cajas, en 2014 su cartera se redujo en ocho décimas, un reflejo «del gran cambio de orientación estratégica vivido por las principales entidades bancarias españolas. Fondos de inversión, aseguradoras y otros tipo de establecimientos financieros no bancarios mantenían una participación del 7,8 %, cuatro décimas más que un año antes…»
«¿Y qué piensan asesores y expertos? Lean el siguiente enlace», me dice uno de los viejos lobos de mar de la Bolsa española:
El 73% de los asesores españoles considera que dejarse llevar por las emociones es el principal error que cometen los inversores individuales, tal y como revela una encuesta realizada por Natixis Global AM entre 150 asesores en España. Según estos profesionales, junto con el comportamiento emocional, el enfoque en el comportamiento a corto plazo del mercado (69%) y la ausencia de plan financiero (59%) son otros errores comunes de los inversores españoles. El estudio, que forma parte de un sondeo global realizado por la entidadentre 2.400 asesores de América, Asia y Europa, muestra que el dinero y la inversión son asuntos con una fuerte carga emocional para las personas.
El profesional, con su visión objetiva, ve cifras de un extracto, pero los clientes ven sus activos con una óptica más personal. Sus inversiones, de hecho, pueden representar los logros de toda una vida, su prosperidad personal y el legado que dejarán a su familia. Como resultado de estas asociaciones, las caídas de valor repentinas y pronunciadas que pueden darse en los mercados a menudo conducen a decisiones igualmente difíciles y provocadas por las emociones. Este tipo de reacción visceral es lo que con frecuencia lleva a los inversores a comprar caro y vender barato. Así, el 75% de los asesores españoles cree que evitar las decisiones de inversión emocionales de sus clientes forma parte de su éxito.
Las opiniones incoherentes de los inversores acerca del riesgo y la rentabilidad agravan el problema. El 75% de los asesores españoles dice que los clientes están más interesados en debatir sobre el riesgo que hace un año y el 81% afirma que están dispuestos a asumir un mayor riesgo de inversión. Esto puede considerarse como un reflejo del repunte de la economía española, que está aumentando la confianza de los inversores. Pero pese al alza de los niveles de tolerancia al riesgo, cuatro de cada cinco (81%) asesores españoles están en línea con sus colegas de todo el mundo (78%) al afirmar que sus clientes se sienten indecisos entre la obtención de rentabilidad y la conservación del capital.
Sophie del Campo, directora general de Natixis Global AM para Iberia, Latinoamérica y US Offshore, explica que «estos retos del comportamiento de los inversores y del mercado suponen una gran oportunidad para que los asesores financieros demuestren que pueden marcar la diferencia y demostrar sus competencias al ofrecer a sus clientes una vida financiera de mayor calidad. Los asesores pueden ayudar a los inversores a enfrentar condiciones de mercado difíciles y superar los factores emocionales que las acompañan». También es importante para la propia evolución del negocio de los asesores.
Y es que, el comportamiento de los clientes aparece como un reto importante para ellos, aunque los profesionales españoles también citan la rentabilidad y la volatilidad del mercado como la causa más probable de caída del negocio en el próximo año (64%). Esta cifra es el doble de la reportada por los asesores de todo el mundo (32%). Conscientes de las principales amenazas para su éxito, los asesores españoles parecen optimistas respecto a las perspectivas del negocio. En el próximo año esperan crecer un 13,2% de media, respaldados principalmente por los activos de clientes actuales y nuevos.
Moisés Romero
Fuente: La Carta de la Bolsa