El Dow Jones sigue en una explosión alcista histórica desde 2009. Aunque hemos mantenido nuestra postura agresivamente alcista durante este tiempo basado en una acción del precio muy similar a 1929 y su copia, 1987, el reloj de la cuenta atrás para ser erróneo. Está mal en el momento, pero no en la distancia ni el precio. Esta semana es la 415ª semana alcista desde el mínimo de 2009 exactamente coincidiendo con el rally antes del crash de 1929 y mucho más allá de las 387 semanas de la caída de 1987. El jueves pasarán 2002 días desde el mínimo de 2009, el mismo número de días desde el mínimo de 1921 hasta el crash de 1929.
Por lo tanto, ¿está el mercado cerca de sufrir un crash? «Podría producir volatilidad extrema y lo que muchos creen el inicio de un desplome. Pero debería ser un ensayo muy pequeño. Las velas de la tarta del cumpleaños de 1929 pueden temblar pero deben permanecer encendidas», comenta Ed Matts, de Matrix Trade.
La tendencia alcista actual coincide con el mercado alcista de los años 20
Pero no tanto como con el mercado alcista de los años 80
Señalamos frecuentemente que la volatilidad es la variable más difícil de calibrar en el mercado. La dirección es a menudo mucho más fácil. Hay muchas razones por las que la volatilidad (distancia/tiempo) puede ser tan volátil. Pero todas las razones provienen de un cambio en las posiciones en el mercado debido a un cambio en uno de los principales catalizadores:
Fundamentos – eventos,
Intermarket – otro movimiento del mercado,
Técnicos – una ruptura verdadera o falsa,
Sentimiento – la voluntad de los traders de mantener o cambiar de posición.
Durante gran parte de la consolidación de 2014-2015 fuimos cada vez más conscientes de que esta histórica tendencia alcista tardaba más que sus dos hermanas, pero que todavía necesitaba completar una verdadera explosión alcista. Pero hasta la elección de Donald Trump desconocíamos que produciría una volatilidad tan dramática. Dada la necesidad de «ponerse al día» con las plantillas históricas, supusimos que el típico aumento de las tasas estadounidenses, el dólar y las acciones («Trump On») representaban la última fase.
Sin embargo, de las cuatro comparaciones históricas precisas, el tiempo o la distancia dividida por el tiempo, es decir, la volatilidad, es la más variable. El contexto y la acción de los precios son mucho más importantes.
Habiendo llegado al aniversario de 1929, está claro que sólo el tiempo coincide con un techo de mercado. La elección de Donald Trump no representó el comienzo de la última etapa de la tendencia alcista, sino sólo la parte más agresiva de esa tendencia alcista.
La evidencia está clara tanto en el gráfico de 1987 como en la narrativa (contexto).
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa