A muchas personas les sorprende que el trading y el póker tengan mucha similitud y cosas en común. De hecho, en Wall Street estaban buscando a jugadores profesionales de póker para convertirlos en traders profesionales. ¿Y esto cómo es posible? Pues porque ambas modalidades se basan en tres conceptos importantísimos: gestión del riesgo, psicología y cálculo de probabilidades.
En función de cómo se domine cada uno de estos tres aspectos, así será la calidad y el éxito de nuestro trabajo. Tan fácil y tan complejo al mismo tiempo.
Les voy a explicar una serie de cuestiones y conceptos que son comunes en el póker y en el mundo de las inversiones bursátiles:
– Las Odds son las probabilidades de que algo suceda a nuestro favor. La Bolsa no es más que un conjunto de probabilidades, donde un novato entra en el mercado con un 50% de probabilidades de ganar la operación y un 50% de perderla. Realmente, solo tiene un 25-30% de ganar y un 70-75% de perder, ya que los novatos suelen no poner stops loss o ponerlos muy lejos e incluso cambiarlos cada vez que les va a saltar, y en cambio cierran en cuanto van ganando algo simbólico.
Veamos 2 ejemplos de Odds:
* Una persona nos ofrece una apuesta. Nos dice que escribe un número del 1 al 5 y apuesta 5 euros contra 1 euro a que no adivinamos el número y nos dice que lo apuesta varias veces seguidas.
¿Tendríamos que aceptar la apuesta o no? Veamos, hay 4 posibilidades de fallar y 1 de acertar, es decir, 4 a 1. Se puede perder 1 euro en un solo intento, sin embargo se trata de 5 euros contra 1 euro con probabilidad de 4 a 1.
Por tanto, las Odds están a nuestro favor, ya que si se hace esta apuesta 5 veces, se perderá como media 1 euro cada 4 veces y se ganará 5 euros de una sola vez.
* ¿Aceptamos una apuesta de tirar una monedad al aire a cara o cruz y nos pagan 2 euros contra 1 euro?
La respuesta es sí, porque las Odds a nuestro favor nos ofrecen 50 céntimos por apuesta, ya que como media, se gana una apuesta por cada apuesta que se pierde. Apostamos el primer euro y lo perdemos; Apostamos el segundo y ganamos 2 euros; Al haber apostado 1 euro cada vez, se gana 1 euro, en cada apuesta de 1 euro se gana 50 céntimos.
– El tema que voy a tratar a continuación, la Varianza, es el secreto para que un sistema funcione. Todo sistema posee un Rank, que es porcentaje de operaciones buenas dentro de una serie amplia y dilatada en el tiempo. Por tanto, si un sistema tiene un rank de un 70% es bastante bueno.
¿Pero qué ocurre cuando comienza a fallar, a tener más operaciones perdedoras que ganadoras y el trader no solo pierde dinero sino que también va perdiendo la confianza en dicho sistema?
El tema se refiere a la Varianza. La Varianza es la desviación típica de la media central. Es decir, si en un sistema con un Rank 70% tenemos dos semanas donde se pierde más dinero del que se gana, significa que la Varianza está actuando en esas dos semanas. Así pues, la Varianza es todo resultado que se sale de la media y para peor.
Si un sistema tiene un Rank bueno, la manera de corregir la Varianza es seguir entrando a todas las señales que dé el sistema, ya que una Varianza se corrige cuanto mayor número de operaciones que dé el sistema hagamos.
Además, la diversificación corrige muy bien la Varianza, ya que se puede tener un día una Varianza en un mercado, pero si también operamos en otros, es muy difícil que la Varianza esté en varios al mismo tiempo. Por tanto, diversificar minimiza los riesgos de Variación en el Rank del sistema.
– Se necesita un Bankroll bien gestionado. El Bankroll es el capital que disponemos para operar, es nuestra herramienta de trabajo, por lo que si no la gestionamos bien no podremos seguir.
Un Bankroll costa de dos posiciones ambivalentes, el UpBankroll (positivo) y el DownBanroll (negativo).
El DownBankroll es el máximo de capital que podemos arriesgar en cada operación. Para calcularlo hay que tener en cuenta diversas variables, tales como el mercado donde se opera, el número de contratos, el perfil de riesgo del inversor, el plazo temporal de la operación.
Por regla general, estimo que un DownBankroll no debería de superar el 1-2% para operaciones intradía (las que se abren y se cierran en el mismo día) y el 4-5% para operaciones swing (no intradía).
– Calcular el Bet implica saber con cuantos contratos tenemos que operar (en derivados) o bien con cuánto dinero en acciones, y esto depende del capital que tengamos para ello. Partimos de la base de que se ha de destinar el dinero que “no se necesite”, es decir, aquél que si usted lo pierde no le suponga un grave problema.
– El factor Tilt implica en derivados que a más contratos en cada operación, la probabilidad de ganar menos dinero en proporción aumenta, al igual que la de perder más dinero en proporción.
Es decir, un inversor con 2 contratos del futuro del Eurostoxx que no tenga problemas generalmente en aguantar un target u objetivo de 8 puntos de ganancia, seguramente si está con 4 contratos le va a resultar más difícil lograrlo, básicamente por 2 motivos:
- A) Sabe que si le salta el stop loss perderá el doble de capital, ya que está con 4 contratos y no con 2 contratos.
- B) Sabe que si cierra con 8 puntos y 2 contratos, son 160 €, pero si está con 4 contratos si cierra con 5 puntos ganará 200 €.
Por tanto, está arriesgando más si le salta el stop loss, y en cambio por ésta presión suele tender a no aguantar el target u objetivo habitual y cierra antes.
¿Qué problema supone esto? Pues que su R/R (rentabilidad/riesgo) empeora considerablemente, ya que si este trader coloca stops por ejemplo a 4 puntos, usando 2 contratos su target era el doble (8 puntos), es decir, 4/8 a favor, pero si usa 4 contratos su target es casi nulo, es decir 4/5 a favor, que quitando comisiones es simbólico.
Por tanto, consideren el aumentar el número de contratos como el subir un nivel en sus operaciones, mientras no controlen el nivel anterior y tengan ganancias constantes y no esporádicas, no metan más contratos.
Los efectos y la probabilidad de que se produzca un hecho fortuito no se pueden predecir, sólo se puede medir y evaluar. De ahí la importancia de las probabilidades.
La probabilidad es la medición de la incertidumbre que rodea a un hecho, midiéndose en porcentajes de probabilidad.
Por ejemplo, la probabilidad de sacar una carta concreta de una baraja de 52 cartas (con 4 palos) es de 1/52, es decir, una probabilidad de lograrlo de entre 52 existentes. Si además lo complicamos y exigimos más cosas específicas, la probabilidad final será la suma de las probabilidades individuales.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es