Parece que el momento decisivo para el Brexit se va acercando, con marzo 2017 como fecha prevista para que Theresa May active el artículo 50 solicitando la salida de la Unión Europea.
Ayer martes se produjo la comparecencia de la Primera Ministra de Reino Unido Theresa May, una de las más esperadas en este comienzo de año junto con las del nuevo presidente de Estados Unidos, que también atendió a los medios británicos y alemanes el pasado lunes, y que aprovechó para reafirmarse en sus declaraciones en contra de la Unión Europea y la OTAN, afirmando que el Brexit sería muy bueno para los británicos y que podría ser el principio del fin de la Unión.
Este ataque conjunto a las instituciones europeas ha sido respondido de forma cautelosa, cerrando filas entre sus miembros respecto a las provocaciones de Donald Trump, y restando importancia a la pérdida de un importante aliado exterior como es EEUU. Respecto a las declaraciones de Theresa May los políticos europeos han sido ligeramente más contundentes.
Comenzaremos este pequeño informe resumiendo las declaraciones e intenciones de la Primera Ministra inglesa:
Las notas positivas de sus palabras fueron sobre todo el dar claridad a las intenciones de Reino Unido después de siete meses de incertidumbre, su intención de mantener con Irlanda las fronteras abiertas, y con la prioridad de mantener la colaboración en materia de seguridad y defensa contra el terrorismo.
Además ha confirmado que el acuerdo final tendrá que ser ratificado por el parlamento británico, como aclararon sus tribunales hace pocos meses.
Por otro lado dejó claro que su prioridad es la de cerrar las fronteras a la inmigración (poniendo un techo de 100.000 al año), y que este punto provocará inevitablemente su salida del mercado único, algo que afectará gravemente al comercio no solo de bienes materiales exportados sino también de servicios como los financieros, una de las bases de la economía inglesa. Para paliar esto buscará un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, pero este paso no será sencillo al querer evitar a toda costa la libre circulación de personas, algo que según ha reafirmado Rajoy, no se puede desligar de los tratados comerciales en la Unión.
Actualmente las exportaciones de bienes materiales de Reino Unido se descomponen así:
*Fuente: eleconomista.es
A estos datos se debe sumar la posible pérdida del negocio financiero, ya que actualmente se liquidan el 75% de las operaciones internacionales en euros en la City londinense.
A pesar de intentar amenazar con la perdida de las importaciones europeas, hay que señalar que el 10% de las exportaciones europeas se destinan a Reino Unido, mientras que el 44% de las exportaciones de Reino Unido se dirigen a Europa.
Para dar seguridad a los europeos que viven en las islas, Theresa May propone alcanzar pronto un acuerdo recíproco para tratar allí a los 3 millones de europeos y en Europa a los 1,3 millones de ingleses.
Otro de los puntos que la Primera Ministra considera innegociable es la recuperación del control legislativo, recuperando todas las leyes que rigen el Reino Unido desde Bruselas. Asimismo se comprometió a adoptar las leyes laborales que protegen actualmente los derechos de los trabajadores, adaptándolas más adelante sin partir de cero (algo que reclamaba el partido laborista desde el parlamento inglés).
En materia de ciencia espera seguir contando con la Unión para alcanzar acuerdos de colaboración beneficiosos para ambos, pero sobre todo para las universidades inglesas que reciben importantes sumas de dinero por este concepto.
Una de las frases más polémicas de la comparecencia ha sido la que intenta dar fuerza al país británico antes de comenzar las negociaciones, “es mejor que no haya acuerdo a firmar un mal acuerdo”.
Su intención final, ha remarcado, no es hacer daño a la Unión Europea sino conseguir un trato de iguales entre Londres y Bruselas.
Una de las peores intenciones que indicó la primera ministra fue la de convertir a las islas en “Paraíso fiscal” en caso de que las negociaciones con la Unión Europea no vayan según sus peticiones, una medida mucho más fácil de utilizar como amenaza que como algo real.
Las reacciones políticas a sus palabras no se han hecho esperar:
Por un lado dentro de sus propias “fronteras”, la primera ministra de Escocia Nicola Sturgeon, dejo claro que con estas políticas la independencia de su región está más cerca, insinuando que podría haber un nuevo referéndum, y calificando el Brexit de política “económicamente catastrófica”.
Desde Europa todos los políticos coincidieron en que al menos es un primer paso que aclara en parte las intenciones de Reino Unido, y también cerraron filas en que no habrá ninguna negociación hasta que la Primera Ministra active el famoso artículo 50.
En concreto Donald Tusk, presidente del Consejo de Europa, indicó mediante Twitter que considera proceso triste y surrealista, pero que las palabras de Theresa May suponen el primer anuncio realista sobre el Brexit. También afirmó que los 27 están unidos y listos para negociar en cuanto se active el artículo 50.
Algunas afirmaciones desde el continente también insinuaban que con estas declaraciones la Primera Ministra británica intentaba parecer más fuerte de lo que en realidad era, sobre todo frente a su partido político en las islas.
Otros actores que no están presentes en las negociaciones también han comenzado a reaccionar, con Trump apoyando el Brexit, pero con otros gobiernos como el japonés mostrando su preocupación por la segmentación del mercado europeo.
Cabe destacar que el país nipón es el segundo mayor inversor internacional en Reino Unido, con más de mil empresas afincadas en las islas para ofrecer productos y servicios a todo el mercado común, algo que preocupa al gobernador japonés y que ha dicho por medio de su portavoz “Continuaremos trabajando con ambas partes para reducir al mínimo posible el impacto sobre la economía mundial y sobre las actividades de las empresas japonesas”.
El problema para la negociación desde la parte europea es la segmentación de la Unión Europea:
Para los países del este como Polonia, la mayor importancia es la movilidad laboral; para Holanda y Chipre el sector financiero; y para Alemania y Francia sus exportaciones manufactureras.
Con esto Theresa May tiene material suficiente para negociar con dureza un buen acuerdo, pero este deberá ser aprobado por unanimidad.
Sin embargo el sentimiento anti-europeísta que está surgiendo en Europa, y ante la cercanía de elecciones generales en importantes países europeos, los políticos europeos pueden buscar deliberadamente un acuerdo no ventajoso para Reino Unido, a fin de evitar nuevas salidas de la Unión Europea.
Como detalle de mercados, tras algo de certidumbre a pesar de que no fuesen muy buenas noticias, la libra detuvo su caída libre de los últimos meses y se apuntó la mayor subida diaria desde 2008 con un +3% contra el dólar norteamericano. Respecto a los mercados bursátiles, tras las palabras de May las caídas de esa jornada se dieron la vuelta para cerrar planos al final de la sesión europea.
Desde ASPAIN 11 Asesores Financieros esperamos una dura negociación, como ejemplo Canadá ha tenido que dialogar durante 7 años para alcanzar un buen acuerdo de libre comercio, mientras que Reino Unido tendrá que conseguir todo lo que busque en apenas año y medio.
Un cordial saludo.
Por el Departamento de Análisis ASPAIN 11 Asesores Financieros EAFI
www.aspain11.com