Mauricio C. analista bursátil me dice que «no habrá tregua para los mercados. Los inversores que no hayan aprendido a convivir con la incertidumbre, mejor que se dediquen a otra cosa. Italia va a ser un factor de riesgo recurrente este año. Su economía no logrará recuperar el nivel precrisis hasta 2025, según las últimas estimaciones del Fondo Monetario Internacional. Esta previsión parece plausible si se tiene en cuenta que Italia apenas acumula un crecimiento del 3,6% desde el año 2000. Hace unos días, el jefe del instituto económico alemán Ifo ha considerado que los italianos eventualmente querrán abandonar la zona euro si sus estándares de vida no mejoran. Han sido unas declaraciones al diario Tagesspiegel. El estándar de vida en Italia está en el mismo nivel que en 2000. Si eso no cambia, los italianos en algún momento van a decir: Ya no queremos más esta zona euro, dijo al periódico alemán el presidente del Ifo, Clemens Fuest. También señaló que si el Parlamento alemán tuviera que aprobar un programa europeo de rescate para Italia, impondría a los contribuyentes alemanes riesgos «cuyo tamaño desconoce y no puede controlar. Fuest dijo que los legisladores alemanes no deberían aceptar hacer eso…»
«Italia, como primer factor de riesgo, aunque por el momento al país transalpino no está buscando un programa de rescate semejante. El Gobierno italiano está concentrado en apuntalar la estabilidad de su sector bancario. Ya ha dado el primer paso con el rescate del banco Monte dei Paschi di Siena…»
«Hay más declaraciones en esta dirección. Laurence Boone, del equipo de análisis y estrategia de AXA IM, opina que la reciente elección de Donald Trump en EE.UU. es especialmente significativa porque “las implicaciones para Europa también son importantes, por el ciclo político venidero: la situación en Italia y las elecciones en Austria, Holanda, Francia y Alemania”. El analista afirma que “los resultados estadounidenses probablemente desencadenen debates sobre políticas no convencionales, promuevan a candidatos poco convencionales y debería (aunque es imposible saber si estamos en lo cierto) llevar a Europa a repensar el equilibrio entre políticas basadas en la oferta y en la demanda…”
«En este nuevo contexto, Boone afirma que “el BCE tendrá que reevaluar las perspectivas económicas, elevando por consiguiente la incertidumbre en torno a la conferencia de prensa del 8 de diciembre”. En particular, el experto opina que el BCE prestará suma atención a “la evolución de las condiciones financieras, que serán más ajustadas, con diferenciales más amplios”, junto con “cualquier información que analice las políticas económicas de Trump” y, finalmente, “el resultado del referéndum italiano”. La conclusión a la que llega es que “todos estos elementos aportan razonamientos para continuar con una postura dovish, se lo pondrán más fácil al BCE para extender el QE hasta bien avanzado el verano…”
«Por su parte, Léon Cornelissen, economista jefe de Robeco, no duda del apoyo del BCE pero sí de su margen de maniobra: «Mientras Italia tenga un gobierno que exprese nominalmente la voluntad de seguir las políticas de la UE, el BCE no hará nada menos que apoyar el mercado de bonos italiano si surge la necesidad. Y con el programa de flexibilización cuantitativa del BCE firmemente establecido, los diferenciales de los bonos italianos tienen un limite…«
Moisés Romero
La Carta de la Bolsa