Inflación, estanflación, deflación y desinflación, cuatro conceptos que es importante conocer y saber diferencias, ya que tienen una incidencia directa en la salud de la economía de un país y en la calidad de vida de sus ciudadanos.
Inflación
La inflación es una subida continuada de los precios de los bienes y servicios que consumimos, y está directamente relacionada con la actividad económica, de tal manera que en una época de fuerte crecimiento las empresas tienen capacidad de subir los precios (aumentan sus márgenes) y los consumidores pagamos esta subida por la propia inercia del momento (expectativas de una buena situación laboral).
Una inflación elevada es una lacra para cualquier economía, ya que supone un encarecimiento general del coste de la vida. Durante la crisis económica mundial nos hemos acostumbrado a convivir con una tasa inflacionista por debajo de lo habitual.
El continuo encarecimiento de las materias materias primas y sobre todo del petróleo debido a los conflictos sociales vividos en varios países productores de crudo, son las principales causas de que los niveles de inflación puedan ser elevados.
Deflación
La deflación consiste en la bajada de los precios de los bienes y servicios, es considerada como el cáncer de la economía ya que sus efectos son devastadores. (Japón aún los está sufriendo desde el año 1991).
Es la caída de los precios en el conjunto de la economía que se prolonga durante varios períodos (al menos dos trimestres). Por lo tanto, se excluyen las caídas de precios en sectores concretos o que se produzcan de forma puntual.
Por tanto, se produce cuando la oferta de bienes y servicios en una economía es superior a la demanda: el sector empresarial se ve obligado a reducir los precios para poder vender la producción y no verse obligado a acumular stocks. Este desajuste entre oferta y demanda puede venir por dos motivos:
– Insuficiencia de la demanda.
– Exceso de la oferta.
Conviene distinguir deflación de desinflación. La desinflación se define como una desaceleración de los precios, es decir, siguen creciendo pero a un ritmo menor, mientras que la deflación implicaría tasas de variación negativas del IPC.
Los principales efectos son:
– Retraso de cualquier decisión de compra: si creo que los activos están sobre valorados retraso mi decisión de compra hasta que caigan al nivel que considero oportuno. Por tanto, caída fuerte del consumo con el efecto que tiene sobre las economía y principalmente caída de bienes duraderos ( aquellos bienes con plazo de vida superior a 3 años y que suponen una importante decisión para el comprador, por ejemplo automóviles).
Es decir, si hoy una cosa vale x y se que mañana va a valer menos, no compro esperando a que más adelante me salga más barato. Este hecho provoca que los precios bajen más aún.
– Deudas: la inflación hace que mi deuda vaya perdiendo valor con el paso del tiempo (si debo 100, dentro de un año con una inflación del 4% tendría una deuda de 96) en cambio la deflación haría el efecto contrario (si debo 100 con una deflación del 2% tendría una deuda de 102).
Las medidas para evitarlo son:
– Política Monetaria expansiva: se realiza con bajadas de tipos agresivas, el problema que se plantea es que los tipos de interés tienen un suelo y estamos cerca de ellos.
– Política Fiscal expansiva: es la siguiente fase, en la que nos podemos encontrar ahora con medidas fiscales (bajadas de impuestos, paralización de deudas hipotecarias).
– Gasto Público: es la medida que no se aplicó correctamente en Japón y parece que actualmente existe unanimidad de que el Estado tiene que tirar con una fuerte inyección de liquidez que permita crear empleo para posteriormente dar paso a la empresa privada, además medidas de elevado Gasto Público a su vez generarían que la curva de tipos de interés aumentase la pendiente (tipos a largo plazo más altos que tipos a corto plazo) con lo que eliminaríamos el fantasma de la deflación.
En realidad, la deflación ha sido un fenómeno muy poco frecuente en el siglo XX, donde sólo se han registrado dos casos relevantes.
* El primero, fue la Gran Depresión norteamericana que se reproduciría en Japón y Suecia.
* El segundo se observó en Japón desde mediados de los 90 hasta la actualidad.
Estanflación
La estanflación se caracteriza por un nulo crecimiento económico y creciente inflación. Esta situación fue muy común en México en la década de los 80 y en USA durante el shock petrolero de los años 70.
Se suele asociar con el petróleo. La última vez en el 2008 cuando el crudo alcanzó los 144 dólares por barril. Tengan en cuenta que cada subida de 10 dólares en el precio del crudo genera 0,2 puntos de inflación durante el primer año y 0,1 puntos durante el segundo año. El encarecimiento del petróleo provoca primero inflación ya que incide directamente sobre la factura energética, pero a largo plazo se puede originar deflación.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es