A todos los focos de incertidumbre existentes (subida de tipos de interés de la Fed, prórroga o no del programa QE por parte del BCE, falta de Gobierno en España, elecciones en Francia y Alemania, las presidenciales de USA), hay que unir uno más, como si los inversores tuvieran poco por delante.
En efecto, el Gobierno de China está retrasando la liberalización de la economía y este retraso está provocando una cuanto menos inquietante acumulación del crédito y un exceso de capacidad industrial que afecta a los precios de las materias primas. De hecho el propio FMI ha advertido que si no aceleran el ritmo de las reformas, se podría producir un colapso financiero y una intensa caída del crecimiento de la economía de China.
Así pues, un nuevo foco sobre el que habrá que estar atentos.
Mientras, Europa se mantiene. El Bundesbank cree que la economía germana no despegará todo lo deseado debido a la débil demanda externa que provoca que la producción industrial se desacelere.
Por su parte, el Banco Central Europeo espera que el crecimiento global se recupere gradualmente, que las bajas tasas de interés y la mejora del mercado laboral ayude en este propósito, aunque reconoce que la incertidumbre generada por el Brexit tendrá un peso a tener en cuenta que a día de hoy no se puede cuantificar.
Y es que, como bien apunta The Wall Street Journal, los índices de gerentes de compras de muchos países (un reflejo fiel de la actividad económica), de muchos países europeos han caído.
En Reino Unido, el mensaje que se lanza una y otra vez es que la fecha para la aplicación del artículo 50 no tendrá un impacto directo sobre la política del Banco de Inglaterra y que no han tomado aún ninguna decisión de cara a noviembre. Pero la realidad es que si la libra cae con fuerza sí tendría consecuencias sobre la política monetaria.
En Japón, el bajo crecimiento económico y la escasa inflación han llevado a una mayor flexibilidad monetaria y fiscal. No sería nada descabellado que el Banco de Japón implementase nuevas medidas de estímulo. Seguramente en la reunión de primeros de noviembre sea algo precipitado, con lo que como muy pronto podríamos irnos a la reunión del próximo mes de enero.
Para analizar el escenario técnico de las Bolsas europeas no hay mejor manera que ir al futuro Eurostoxx. Se puede observar claramente que desde mediados del pasado mes de julio se encuentra en un rango lateral muy bien delimitado por su soporte y su resistencia. Soporte en 2900 puntos y resistencia en 3100 puntos.
Un perfecto patrón rectangular, también denominados zona de congestión y zona de consolidación. Realmente son formaciones gráficas en las que el precio se mueve dentro del rango de manera lateral, entre otras razones porque el rectángulo no presenta tendencia alguna.
La idea de este patrón es que el precio viene en tendencia y necesita en un momento dado para oxigenarse, tomarse una pausa, momento que en el gráfico se refleja con la formación gráfica de un rectángulo. Esta pausa explica por qué el volumen decrece mientras el precio se mueve dentro del rango del rectángulo. Acto seguido el precio rompe en la dirección de la tendencia y prosigue su dirección, y ahí es cuando el volumen se incrementa.
Si en un rectángulo el precio finalmente rompe en el sentido contrario a la tendencia, podríamos estar ante un fallo de la pauta. Así pues, si el precio pierde la línea inferior (soporte) tendremos una señal de debilidad del mercado. Si el precio rompe la línea superior (resistencia) tendremos una señal de fortaleza del mercado. En ambos casos con independencia de cuál sea la tendencia previa que traía el precio.
Si las subidas se producen con elevado volumen y las bajadas con poco volumen, seguramente el precio termine rompiendo por arriba el rectángulo. En cambio, si las subidas llevan aparejadas poco volumen y las bajadas experimentan incremento del volumen, seguramente el precio termine rompiendo por abajo el rectángulo. No es una regla matemática, pero suele anticipar generalmente el desenlace final.
Para calcular la proyección u objetivo del movimiento del precio posterior a la rotura de uno de los dos extremos del rectángulo, se coge la altura del rectángulo (una línea entre el soporte y la resistencia) y se proyecta hacia arriba o hacia abajo (depende de hacia dónde rompa el precio) desde la zona de ruptura.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es