«Abengoa huele a nada, a troceo, a sálvese quien pueda. Una cosa es la realidad bursátil y otra, la compleja situación empresarial y financiera de Abengoa. En términos de Bolsa pura y dura, los que hayan sabido bailar al ritmo de la volatilidad se han forrado. Los que hayan ido con el pie cambiado se han arruinado. Ha sido el gran fiasco, primero, y el gran pelotazo, después, para luego ser otro fiasco y a continuación otro pelotazo ¿hasta cuándo esta cadencia de ruleta rusa? Ya ha concluído, no hay más. Abengoa ha podido hacer ricos a unos y muy pobres, a otros. Depende como haya caminado cada uno por el sendero del mercado. Primero dijeron, dijimos todos, que estaba asomada al abismo, en casi concurso. Luego, anunciaron los bancos que irían a la ampliación. En poco espacio de tiempo las acciones llegaron a perder más del 50% de su valor para luego remontar otro tanto. Eso sí que es droga dura. Pero cuando todo parecía arreglado, los bancos exigieron más y, de nuevo, otro batacazo. Y en esas estaban las acciones cuando llegaron los chicos de Gestamp prometiendo poner sus euros sobre la mesa. Otra vez al alza. Y poco después, ahora, poco más», me dice el CEO de una importante gestora de fondos, que añade:
«El pasado 11 de agosto, Abengoa cerró su acuerdo de rescate con sus bancos acreedores y los fondos para la reestructuración de su deuda financiera y su recapitalización, que supondrá una inyección de dinero nuevo al grupo de casi 655 millones de euros. El importe total del dinero nuevo que se prestará al grupo asciende a 1.169,6 millones de euros, aunque esta cantidad incluye los importes refinanciados de los préstamos recibidos por el grupo en septiembre y diciembre de 2015 y en marzo de 2016 –unos 515 millones de euros-. Además, el importe de las nuevas líneas de avales asciende a 307 millones de euros, cuyas entidades financiadoras tendrán derecho a recibir un 5% del nuevo capital social de Abengoa…»
«El acuerdo supone para los acreedores aceptar una quita del 97%, manteniéndose el 3% restante con vencimiento a 10 años, sin devengo anual de intereses y sin posibilidad de capitalización. El reparto del capital de la nueva Abengoa será de en torno al 50% para los bonistas y ‘hedge funds’ y aproximadamente un 40% para la banca acreedora. Además, otro 5% quedará en manos de los avalistas. Por su parte, los actuales accionistas, donde destacan los Benjumea con un 51%, se quedarán con una participación del 5% del capital. Esta participación podría elevarse en un 5% adicional si en el plazo de ocho años las cantidades adeudadas se pagan según lo acordado. El plan del grupo de ingeniería y energías renovables pasa por alcanzar un flujo de caja positivo a partir de 2017, tras llevar a cabo la venta de activos no estratégicos por 421 millones de euros…»
«En concreto, Abengoa prevé conseguir 285 millones de euros este año por la venta de activos y otros 136 millones de euros más en 2017 por desinversiones. La compañía espera contar con el respaldo del 75% de sus acreedores a su plan de reestructuración antes del próximo 30 de septiembre, para así poder llevar a cabo la homologación judicial del acuerdo antes de finales de ese mes, con lo que así esquivaría definitivamente la amenaza de concurso de acreedores…»
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Por lo pronto, Abengoa ha acordado la venta de tres plantas de etanol en Estados Unidos a Green Plains por un importe de 237 millones de dólares (unos 209,16 millones de euros) en efectivo. En concreto, el grupo de ingeniería y energías renovables, que negocia cerrar el respaldo del 75% de sus acreedores a su plan de reestructuración con el que salvar el concurso de acreedores, ha vendido las plantas de York (Nebraska), Mount Vernon (Indiana) y Madison (Illinois). Esta venta esta sujeta a la aprobación por parte del Tribunal de Quiebras de Estados Unidos del Distrito Este de Missouri y se prevé que se pueda completar antes del próximo 30 de septiembre.
Con esta operación, Abengoa avanza en su plan de desinversiones, que le ha llevado en los últimos meses a cerrar la venta su participación en la planta termosolar Shams-1, ubicada en Emiratos Árabes Unidos, así como en la del parque eólico Campo Palomas en Uruguay, o la de su filial Abentel y su participación en Yoigo, entre otros activos.
Ya la pasada semana, en una presentación para dar a conocer los términos de su acuerdo de reestructuración, el grupo señaló que las negociaciones para cerrar la venta de sus negocios de bioenergía en Estados Unidos y Europa se encontraban en una fase avanzada.
Abengoa también busca un comprador o un socio inversor para su planta de etanol celulósico de segunda generación Hugoton, en el Estado de Kansas (Estados Unidos), que lleva parada desde finales del pasado año.
La compañía, a través de Abengoa Bioenergy, cuenta en Estados Unidos, además de con estas plantas, con las factorías de bioetanol de Colwich (también en Kansas), Ravenna (Nebraska) y Portales (Nuevo México).
Asimismo, el grupo cuenta con activos con potencial de desinversión, entre los que figuran su negocio de transmisión y distribución en Brasil, o proyectos de desalación en Ghana, Chennai o Qingdao (China), entre otros.
Mar Revuelta
La Carta de la Bolsa