«Los dividendos ¡ay si los muertos levantarán la cabeza! ya no son lo que eran: dinero contante y sonante. La ingeniería financiera ha desarrollado otras fórmulas diferentes, pero al final lo que importante es tener el dinero en la mano y luego ya veremos qué hacemos con él. Como saben la Ley de Sociedades de Capital establece que sólo podrán repartirse dividendos con cargo al beneficio del ejercicio, o a reservas de libre disposición, si el valor del patrimonio neto no es o, a consecuencia del reparto, no resulta ser inferior al capital social. Las principales restricciones que la ley impone derivan de la obligación de destinar una parte de los beneficios a las reservas, o de mantener previamente un determinado importe de reservas disponibles. Las sociedades pueden emitir acciones con el derecho a obtener un dividendo preferente, en cuyo caso la sociedad estará obligada a acordar el reparto del dividendo si existieran beneficios distribuibles. Las demás acciones no podrán recibir dividendos con cargo a los beneficios mientras no haya sido satisfecho el dividendo privilegiado correspondiente al ejercicio….»
«Y esto ¿a cuento de qué? Precisamente al cuento de la lechera y otros cuentos. Los dividendos de hoy no garantizan los dividendos de mañana¡ Al loro!,» me dice uno de los viejos lobos de la Bolsa española.
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Los dividendos a nivel mundial aumentarán un 1,1% en 2016, según las previsiones de Henderson Global Investor. La firma ha revisado a la baja las previsiones de remuneración al accionista para el conjunto del año y estima que las cotizadas repartirán 1,16 billones de dólares.
Henderson ha rebajado sus previsión en 20.000 millones de dólares desde el primer trimestre del año. “El segundo semestre de 2016 previsiblemente se mostrará peor que el primero en lo que a dividendos respecta. El escaso crecimiento de las ganancias en Japón y EE UU afectará al crecimiento de los dividendos, mientras que el Reino Unido y los mercados emergentes registrarán descensos”, explica la firma en su último informe en el que revela que durante el segundo trimestre del año, éstos aumentaron un 2,3% en términos generales hasta los 421.600 millones de dólares.
En este período, el crecimiento fue menor que en el primer trimestre, debido en parte al menor dinamismo mostrado en EE UU. El segundo trimestre es especialmente importante para Europa (excluyendo Reino Unido), dado que un 66% de sus dividendos se distribuyen en este período.
Por regiones, Norteamérica, Europa y Asia-Pacífico (sin Japón) se situaron a la cabeza, con unas tasas de crecimiento subyacente estables, mientras que los mercados emergentes, Reino Unido y Japón los siguieron por detrás.
En EE UU, el crecimiento subyacente de los dividendos fue del 4,6%, inferior al de los últimos trimestres, mientras que el crecimiento general fue del 3,1%. Esta evolución responde a un crecimiento menos vigoroso de las ganancias empresariales, debido en parte a la fortaleza del dólar.
Los dividendos europeos alcanzaron los 140.200 millones de dólares, apenas un 1,1% más que en el segundo trimestre de 2015, aunque si se descuenta el descenso de los dividendos extraordinarios, el crecimiento subyacente se eleva un respetable 4,1 %.
Holanda se situó a la cabeza y registró el segundo lugar en la tasa de crecimiento subyacente a escala mundial (+28,3 %) gracias al notable incremento del dividendo de ING.
Menos dividendos en la Bolsa española
España se coloca en el sexto puesto en cuanto a cifra total repartida en el segundo trimestre. Los dividendos españoles descendieron un 19% hasta los 6.300 millones de dólares. Esto supone una reducción del 16,7% en términos del subyacente, después de tener en cuenta las variaciones en el índice y el efecto de la leve apreciación del euro. El gran responsable de este descenso fue Santander, cuyo dividendo se redujo un 66%, si bien el resto de empresas del índice mantuvieron o aumentaron sus dividendos.
El país donde más dividendos se pagan, Francia, también rondó las primeras posiciones en la clasificación de crecimiento de los dividendos. Sus 40.000 millones de dólares representaron un aumento del 13,9% en términos generales. La tasa de crecimiento general de los dividendos se vio impulsada por un ligero efecto cambiario positivo y por los grandes desembolsos que se trasladaron a este trimestre (Total y Saint Gobain). Este impulso se compensó parcialmente con un descenso de los dividendos extraordinarios. Con todo, el crecimiento subyacente del 11,2% de Francia hizo que sus dividendos fueran los terceros que más aumentaron a escala mundial.
Casi nueve de cada diez empresas francesas elevaron o mantuvieron su retribución al accionista. Los bancos franceses siguieron recomponiendo sus pagos de dividendos tras la crisis financiera: SocGen,BNP y Credit Agricole aumentaron sus dividendos entre un 50% y un 70%, aunque la última de estas entidades repartió la mayor parte de este pago en forma de acciones nuevas. Hubo buenas noticias en una amplia gama de sectores, ya que se registraron fuertes alzas en los dividendos de empresas tan diversas como Renault, LVMH y Safran.
Daniel Gutiérrez
La Carta de la Bolsa