– El futuro Ibex mantiene la tónica lateral desde el inicio del pasado mes de julio. No habrá la menor debilidad mientras se mantenga por encima de los 8270 puntos. Presenta una resistencia en el doble pivote de 9118-9243 que seguramente la primera vez que llegue no pueda romperla y tengamos un rebote a la baja.
– El sector bancario no está ayudado precisamente. Y es que el índice sectorial de los bancos europeos sigue en tendencia bajista, aunque formó un suelo en junio y julio a partir del cual intenta rebotar al alza.
El problema es que la banca italiana posee créditos morosos por valor de 360.000 millones de euros, lo que viene a representar más del 20% del PIB del país, cuya economía es la tercera de la zona euro. Es evidente que es un tema que preocupa y con razón.
Pero a perro flaco todo son pulgas e Italia no sólo ha de hacer frente al tema de sus bancos. En unos meses está el referéndum sobre la reforma constitucional, toda una prueba fuego para Renzi, ya que de fracasar dimitirá, provocando en el país una crisis política que se uniría a la bancaria.
– El Banco Central Europeo tiene ante sí un reto complicado. La sinergia de poco crecimiento económico + precios que no son capaces de subir + políticas monetarias expansivas supone una combinación peligrosa y la experiencia de Japón todos estos años es un claro ejemplo de que de poco ha servido.
Al final lo que se está consiguiendo es que el BCE se vaya desfondando y quedándose sin armamento pesado para reactivar la economía y la inflación. Es una realidad que la política monetaria va poco a poco teniendo menos efectividad por mucha base monetaria que se incremente.
– Los inversores siguen a la espera del próximo movimiento de la Reserva Federal de los Estados Unidos en cuanto a subir los tipos de interés.
John Williams (Fed de San Francisco) comentó que una subida debería producirse más pronto que tarde, ya que si se espera demasiado tiempo se corre riesgos de brusquedad, y es mejor hacerlo de manera progresiva aprovechando que el mercado laboral está bien.
La comparecencia de Janet Yellen en el Simposio de Jackson Hole no arrojará nada nuevo. Y es que sólo habría cuatro semanas hasta la reunión de la Fed de septiembre (días 20 y 21) y ya saben que en prácticamente un mes pueden pasar muchas cosas en los mercados y en las economías.
Como consecuencia de todo ello, el dólar se deprecia frente al euro sabedor de que no habrá subida de tasas en el corto plazo. Este hecho implica que se animan las materias primas y los mercados emergentes, ya que se favorecen siempre de un dólar débil.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es