Arranca la semana con la atención dirigida hacia la isla italiana de Ventotene donde Renzi, Hollande y Merkel hablarán sobre Europa después del Brexit.
La energética Enagás se cuela entre los valores protagonistas de la sesión. La cotizada española se ha hecho con una participación del 13,33% del nuevo operador del mercado mayorista organizado Mibgas, que a finales de julio se integró con la sociedad Iberian Gas Hub. La operación ha recibido ya el visto bueno sin condiciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencias (CNMC) después de haber informado de sus intenciones el pasado mes de junio.
Hasta ahora, el accionariado de Mibgas se repartía a partes iguales entre el operador español Omel y el portugués Omip. No obstante, la legislación vigente establece que la participación conjunta de estos no debería superar el 30%. Recientemente este mercado ha dado entrada a Repsol como agente, con lo que ya son 31 los autorizados para operaciones de compraventa de gas en la plataforma.
Las últimas novedades sobre la vuelta de tureca a la regulación bancaria apuntan hacia BBVA. El banco presidido por Francisco González es señalado por The Financial Times como abanderado de un grupo de entidades europeas que maniobran para evitar que el límite de bonus a la banca continental afecte a los contratos de fintech, negocio por el que han apostado con fuerza en los últimos tiempos para reforzar sus servicios de banca digital.
En el foco de atención se coloca también este lunes Ferrovial. La constructora española se coloca como finalista para el proyecto energético GSP en Perú, el mayor de toda América Latina sacado a concurso hasta la fecha. Según señala el diario Expansión, la compañía de la familia Del Pino se ha quedado sola en la pugna por el mismo junto al fondo especializado en infraestructuras Macquarie.
Desde América Latina llegan también novedades para Técnicas Reunidas, pues su gerente Luis María Villar ha confirmado que la firma de ingeniería está pendiente de la adjudicación de las obras y puesta en marcha de una planta de propileno y polipropileno para la que el Gobierno de Bolivia tiene prevista una inversión de 2.200 millones de euros. El directivo ha comentado con Efe que su principal baza para ganar el proyecto será su experiencia acumulada en el país andino desde el año 2010, tiempo en el que ha llevado a cabo seis relevantes obras en el sector de hidrocarburos y dos estudios de ingeniería aplicada.