A principios de año hubo varios gurús del mercado se volvieron bajistas respecto a las acciones mundiales y especialmente con Wall Street. Sin embargo, las acciones han recuperado posiciones y el Dow Jones y el S&P 500 han marcado nuevos máximos históricos. Estas negativas previsiones fueron erróneas debido a tres elementos críticos.
- En primer lugar, un número suficiente de inversores que no compartía ese escepticismo sobre la economía global.
- En segundo lugar, juzgaron mal la fe de los inversores en los bancos centrales.
- En tercer lugar, subestimaron el continuo apetito global por las acciones en la búsqueda de rendimiento.
Sin embargo, en los últimos días una serie de grandes inversores han emitido una serie de mensajes bajistas. ¿Quiere decir esto que la manada está cambiando de idea? Tal vez, pero ¿qué están viendo estos inversores para ser tan escépticos? «Pues el riesgo frente a la recompensa», dice Brian Kelly miembro fundador y gerente de Brian Kelly Capital.
«Grandes inversores creen que invertir es más sobre el equilibrio entre el riesgo y la recompensa que trata de «acertar». La inversión es un juego de probabilidades, y puesto que nadie tiene una bola de cristal, lo mejor que podemos hacer todos es hacer conjeturas y hacer apuestas cuando las probabilidades están a nuestro favor. Las probabilidades pueden no estar ahora a favor de los inversores en acciones.
Warren Buffett es uno de los mayores inversores del mundo y su método preferido para la valoración del mercado de valores sugiere ahora que las acciones estadounidenses están sobrevalorados significativamente. Buffett ha señalado varias veces que la mejor medida para saber si el mercado está caro es la capitalización total del mercado frente al PIB.
En la actualidad, el ratio Capitalización Total del Mercado de acciones (medido por el índice del mercado Wilshire) al PIB es del 121 por ciento. Sólo ha habido otra vez desde 1971 que esta relación ha registrado una lectura tan sobrevalorada… fue en diciembre de 2000. Por otra parte, históricamente, los niveles actuales sugieren que el retorno total anual esperado para acciones de Estados Unidos es de sólo el 0,1 por ciento, incluyendo los dividendos. La rentabilidad por dividendo actual es de aproximadamente el 2,04 por ciento, lo que significa que este indicador pronostica que las acciones caerán un 2 por ciento durante el próximo año.
Piense en eso durante un minuto. La métrica de valoración preferida de los inversores más exitosos y más rico del mundo sugiere que no hay ninguna ventaja en invertir en acciones. Cuando grandes inversores tratan de calcular el riesgo de invertir frente a la recompensa, un retorno negativo no computa. En mi opinión, esta podría ser la razón por la que inversores de alto perfil como Jeff Gundlach y Bill Gross han sugerido que vendan todo o que compren oro.
Además de la falta de recompensa, se está cuestionando la fe en la capacidad de los bancos centrales para impulsar una recuperación económica.
Durante las últimas sesiones el rendimiento de los bonos del gobierno japonés se ha anotado la mayor subida desde 2013. La consecuencia de la subida de 2013 fue un desplome del 7 por ciento en el mercado bursátil japonés.
¿Se repetirá la historia?
Japón ha sido el laboratorio de la política monetaria experimental en los últimos 20 años. Recientemente, el jefe del Banco de Japón pidió una revisión de la política actual en septiembre. La reacción del mercado a esta revisión anticipada ha sido decididamente negativa. La implicación es que los inversores temen que el Banco de Japón vaya a admitir su derrota y ya no participe en la manipulación del mercado. Yo personalmente tengo mis dudas de que vaya a abandonar sus políticas, pero la crisis de fe es un catalizador suficiente para que los inversores vendan. Sin embargo, otra razón importante es que los grandes inversores se están girando a bajistas.
Por último, la búsqueda de rentabilidad está mostrando signos de llegar a su fin. Desde los mínimos de mercado de febrero de 2016, el ETF de Acciones Seleccionadas por su dividendo (DVY) ha subido un 17,5 por ciento, pero curiosamente el ETF sobre el S&P 500 (SPY), que tiene menor rentabilidad por dividendo, ha subido un 18,23 por ciento. Este mejor comportamiento del S&P 500 es un fenómeno reciente, pero están apareciendo grietas en los.
Hay mucho dinero que se está volviendo bajista porque la recompensa no justifica el riesgo. La capitalización del mercado de las acciones de Estados Unidos ha superado con creces el valor del PIB, por lo general un signo de mal comportamiento bursátil futuro. El reciente aumento en los rendimientos de los bonos japoneses ha sacudido la fe de los inversores en los omnipotentes bancos centrales.
Las recomendaciones bajistas desde principios de año se han demostrado erróneas, ya que se calculó mal el escepticismo de los grandes inversores, la fe en los bancos centrales y cuando terminaría la búsqueda de rendimiento. Tal vez las últimas advertencias de inversores prominentes es una señal de que la manada está cambiando su opinión, pero la verdad es que sólo el tiempo lo puede decir. Lo que queda claro es que el riesgo de poseer acciones no se justifica por la recompensa.
Fuentes: Brian Kelly miembro fundador y gerente de Brian Kelly Capital
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa