Reino Unido previsiblemente solicitará abandonar la Unión Europea después del referéndum del jueves, tras lo cual tendrá dos años para negociar su salida del bloque.
A continuación, las posibles consecuencias para Reino Unido y la UE de un Brexit.
ECONOMÍA
Reino Unido ya no estará sujeto a las normas presupuestarias de la UE, que limitan el déficit presupuestario al 3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) y la deuda pública al 60 por ciento del PIB.
Por tanto, podría incurrir en el déficit que quisiera sin castigos por parte de la Comisión Europea y otros organismos de la UE. Tampoco estaría sujeto a la vigilancia de la Comisión y de sus consejos sobre futuras acciones.
FINANZAS
Las empresas de servicios financieros con sede en Londres, desde bancos hasta fondos, podrían perder sus «pasaportes» en la UE, que les permiten a bajo coste vender servicios en el bloque europeo de 28 países con una única normativa común.
El sistema ha contribuido a hacer de Londres uno de los centros financieros más importantes del mundo.
Algunos bancos estadounidenses, japoneses y de fuera de Europa que tengan su sede europea en Londres han dicho que estudiarían trasladar parte de sus negocios al interior de la UE en caso de un Brexit.
COMERCIO
El resto de la UE tiene un superávit comercial de bienes de unos 100.000 millones de euros con Reino Unido, mientras que el país exporta 20.000 millones de euros en servicios, principalmente por los servicios financieros.
Los que hicieron campaña a favor del Brexit dicen que beneficiaría a la UE que haya un acuerdo de libre comercio con Reino Unido si abandona el bloque.
Sin embargo, tiende a haber más atención a los bienes que a los servicios en los acuerdos de libre comercio. Suiza, donde los servicios financieros suponen un porcentaje superior del PIB que en Reino Unido, no tiene acceso generalizado a los mercados de servicios financieros de la UE y tiene un déficit comercial de servicios financieros con el bloque.
COMPETENCIA
Las empresas británicas que compren rivales de la UE seguirán necesitando la aprobación del regulador británico y de la Comisión Europea, lo que requerirá más costes legales y conlleva el riesgo de que cada uno dicte resoluciones diferentes.
Reino Unido podrá ayudar a empresas o sectores sin temor a acciones de la UE, pero no podrá oponerse a los subsidios de otros gobiernos de la UE para sus propias empresas de bandera.
ENERGÍA
Abandonar la UE haría más costosa la inversión en la infraestructura británica de energía y retrasaría nuevos proyectos en un momento en que el país necesita cubrir un inminente déficit de oferta eléctrica.
La incertidumbre tras el Brexit podría hacer que los inversores en energía pidan más retornos por los riesgos de unas condiciones menos favorables. Los grandes del sector petrolero BP y Shell están entre las empresas que advirtieron de la potencial bajada.[nL8N19025T]
CLIMA
Reino Unido es el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero en Europa y sus empresas eléctricas están entre las mayores compradoras de permisos de carbono en el sistema europeo ETS.
Aunque muchos analistas creen que Reino Unido seguirá dentro del plan, el resultado de la votación se percibe como poco optimista para el mercado porque el país no podría realizar reformas para impulsar los precios.
El Brexit también interrumpiría los planes del bloque para compartir la carga asumida tras la cumbre de clima de París.
Los ecologistas están preocupados de que los objetivos de la UE sean menos ambiciosos sin el liderazgo británico para equilibrar a los países más reacios, como Polonia, que depende del carbón.
AVIACIÓN
El Brexit podrían poner en duda los acuerdos de la UE sobre el espacio aéreo que ha dado a las aerolíneas de la región acceso ilimitado a los cielos de sus países miembros, beneficiándose empresas tanto británicas como continentales.
También afectaría a las rutas transatlánticas del acuerdo de Cielos Abiertos entre Estados Unidos y la UE, lo que da a las aerolíneas británicas derecho ilimitado para volar a Estados Unidos.
POLÍTICA EXTERIOR
Junto con Francia, Reino Unido es la potencia que lidera la política exterior de la UE, con un gran ejército y estrechos lazos con Estados Unidos. Tras el Brexit, Washington ha dejado claro que está menos interesado en Londres como aliado porque percibe una pérdida de influencia.
Reino Unido ya no estaría afectado por las posiciones conjuntas de la UE, como por ejemplo las sanciones económicas contra Rusia.
Reino Unido seguiría siendo miembro de la OTAN.
JUSTICIA E INTERIOR
Reino Unido tiene varias exenciones en temas de justicia y política interior, sobre todo al no ser parte de la zona Schengen de libre tránsito europeo.
No queda claro qué restricciones podría poner en marcha el país para la llegada de extranjeros. La UE ha prometido responder del mismo modo.
El país reconoce actualmente las órdenes de detención de otros miembros de la UE, intercambia información policial, entre ellos datos personales, y es miembro de la agencia europea Europol.
Su implicación futura, incluido el acceso a las bases de datos de la UE, podría disminuir, lo que supone menos cooperación policial y para combatir los delitos.