La Reserva Federal decidió mantener sin cambios las tasas de interés y rebajaron las previsiones sobre cuánto esperan elevar el precio del dinero. Las nuevas previsiones muestran que los miembros de la Fed esperan subir las tasas de interés al 0,875% para finales del 2016, es decir, un solo movimiento y no tres como venían diciendo hasta hace bien poco, que se sitúe en el 1,625% para finales de 2017 y en el 2,375% para finales de 2018.
Realmente decir esto o cualquier otra cosa es lo mismo, ya ven cómo varían de opinión de un mes para otro, como para estar ahora jugando a decir cifras de aquí a dos años.
Hasta hace unos días, según el indicador de Bloomberg, la probabilidad que el mercado otorgaba a que la Reserva Federal de los Estados Unidos subiese los tipos de interés en su reunión del mes de junio era apenas de un 6%. De cara a la cita de ayer, se encontraba en el 0%, sí, han leído bien, en el 0%.
La última encuesta realidad por The Wall Street Journal entre más de 60 economistas norteamericanos de reconocido prestigio, arroja como resultado destacado que sí esperan subidas de tipos en el mes de julio. Pues mucho me temo que volverán a quedar en evidencia las encuestas.
Mi opinión ya la conocen desde que la expuse a finales del año pasado, no esperaba cambios al menos hasta la reunión del de diciembre, no sólo porque no había absolutamente nada que reflejase que hubiese creación de inflación, sino porque me costaba pensar que la Fed se arriesgaría a subir los tipos teniendo presente que Donald Trump podría ser Presidente de los Estados Unidos, algo que afectaría negativamente a las Bolsas y una subida de tipos sería la puntilla.
Sea como fuere, toca esperar…
Pero las presiones externas e internacionales no se han hecho más que suceder en los últimos días. Y es que una subida de tipos implicaría que el dólar norteamericano se apreciaría frente al resto de divisas, en una palabra, se fortalecería.
El Banco de Pagos internacionales (BPI), cuya sede está en la ciudad suiza de Basilea y que representa a 60 bancos centrales en su afán de promover la estabilidad financiera internacional, advirtió que un dólar fuerte implica toda una amenaza para la economía mundial puesto que sobrecargaría el sistema bancario y los mercados financieros.
Pero ha sido el Banco Popular de China el que ha tomado un mayor protagonismo al afirmar que una revalorización del billete verde debilitaría las divisas de las economías emergentes y originaría una salida de capitales, ya que el dinero regresaría a Estados Unidos, lastrando las economías de los países emergentes. La cotización del yuan con respecto al dólar cayó recientemente al mínimo de los últimos cinco años, todo un aviso a navegantes.
La idea la explicaba muy bien Financial Times. Cuando el dólar bajaba frente a las monedas nacionales de los prestatarios, les resultaba fácil amortizar sus deudas, pero la fortaleza del dólar revierte dicho efecto y desincentiva el crédito en dólares, lo cual reduce los flujos de capital del dólar a otras monedas. En el peor de los casos, los endeudados deben vender activos para cumplir sus obligaciones en esa divisa.
El economista Jason Thomas se preguntaba por qué con las tasas de interés tan bajas no ha crecido la incentivación en la inversión de las empresas. Es lógica esta pregunta, máxime si tenemos en cuenta que desde el año 2009, justo después de que la Reserva Federal bajara las tasas de interés a casi cero, las empresas norteamericanas aumentaron sus recompras de acciones en un 194% y la distribución de dividendos en un 66,5%, en cambio la inversión sólo subió un 44%.
Pues bien, Jason Thomas llegó a la conclusión de que las compañías pueden elegir entre repartir dinero entre sus accionistas (dividendos) o invertir en el negocio. Se supone que una inversión que incrementa el flujo de caja futuro también incrementa los dividendos futuros y, por tanto, debiera ser igual de atractiva que un aumento del dividendo actual sin importar demasiado el nivel de las tasas de interés. Por tanto, la idea sería que a los accionistas no les importa mucho si reciben el dividendo hoy o más adelante.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es