Hace tiempo que no escuchamos mucho acerca de China y Taiwán, pero eso no significa que no se esté cociendo cosas. Las tensiones entre China y Taiwán, una isla gobernada de forma autónoma desde 1949 y considerada por las autoridades de Pekín como una “provincia rebelde”, se han recrudecido tras la toma de posesión del presidente William Lai en mayo del año pasado.
El otro día, mientras desayunaba, leía en el Wall Street Journal una noticia inquietante que decía que China está preparada para bloquear Taiwán, aislarla del mundo y someterla. De momento el ejército ha llevado a cabo maniobras y simulaciones. Dicho bloqueo tendría una respuesta militar por parte de Taiwán, afectaría al comercio mundial y obligaría a Trump a posicionarse y decidir si interviene directamente o no.
El gigante asiático dispone de la fuerza militar suficiente para atacar Taiwán si quisiese. Tiene preparados 1.900 aviones de combate, 500 bombarderos y más de 3.000 misiles capaces de alcanzar Taiwán.
El proceso podría ser el siguiente:
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Un ataque aéreo contra la infraestructura, instalaciones militares, puertos, aeropuertos y terminales energéticas. Los Buques de guerra rodeando la isla.
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Portaaviones desde los que pueden salir cazas para disuadir a las fuerzas estadounidenses.
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Los buques de carga arrastran sus anclas por el lecho marino en un esfuerzo por cortar los cables de fibra óptica que conectan Taiwán a internet.
El origen del problema viene de muy atrás, pero vamos a retomarlo desde el final de la Segunda Guerra Mundial con 3 ideas:
* China comenzó a gobernar Taiwán con el visto bueno de EE.UU y Reino Unido. Pero seguía vigente la guerra civil china (que comenzó en 1927) y el Gobierno de Chiang Kai-shek resultó vencido por el ejército de Mao Zedong. Debido a esta derrota, Chiang y su Gobierno se escondieron en la isla de Taiwán en 1949, y proclamó la República de China en la isla.
* En la década de los años 80 China y Taiwán empezaron a tejer una serie de nexos y China acuño la fórmula «un país, dos sistemas», según la cual Taiwán tendría un poco de autonomía a cambio de aceptar la reunificación con China, pero Taiwán no aceptó.
* En el año 2000 surgió un nuevo enfrentamiento, ya que el nuevo presidente de Taiwán apoyaba de manera pública la independencia. China sacó adelante la ley anti-secesión en 2005 mediante la cual tiene derecho a utilizar la fuerza para evitar que Taiwán se independice.
Las consecuencias se podrían resumir en:
1º Taiwán depende de las importaciones para el 96% de su energía, a través del petróleo, el carbón y el gas natural extranjero, un bloqueo le obligaría a someterse a Pekín o quedarse a oscuras. Además, importa el 70% de su suministro de alimentos, otra punto débil.
2º En el caso de los semiconductores, la empresa Taiwan Semiconductor Manufacturing Company domina la mitad del mercado mundial y es poseedora del 72% de las importaciones de EEUU. Arrastraría a Estados Unidos a intervenir en el conflicto bélico. Tengamos en cuenta que EE.UU depende de los semiconductores de Taiwán y entraría en un colapso tecnológico. Además Taiwán es responsable del 65% de los chips fabricados en el mundo, los cuales son esenciales para dispositivos móviles, maquinaria industrial y prácticamente todos los sectores tecnológicos. Automóviles, teléfonos móviles, electrodomésticos y ordenadores cada vez son más dependientes de esta tecnología. Provocaría una escasez global de semiconductores, elevando los precios a niveles nunca antes vistos y afectando gravemente a la economía global.
3º Por el estrecho de 180 kilómetros que separa a China de Taiwán circulan más del 50% de los buques mercantes del mundo. Por el Mar de China circula el 40% del comercio internacional y el 70% de la mercancía del país. Si China entrase en un conflicto bélico con Occidente, todo el flujo de capital y de mercancías se vería mermado e impactaría directamente a escala global en la economía.
4º Hay una serie de bienes que se verían más afectados por la guerra: energía y combustible, productos farmacéuticos y materias primas y dispositivos inteligentes y sus componentes.
De momento nadie puede decir si China dará el paso, pero desde luego que tiene todo bien preparado. Un documento oficial del Ministerio de Defensa taiwanés señala 2027 como el año en el que China invadiría la isla. ¿Pero y si es antes?
Hay una serie de acciones que se verían particularmente afectadas:
Las primeras empresas que se convertirían en víctimas serían Apple, Intel, MediaTek, Nvidia, AMD y Qualcomm. Las principales tecnológicas del mundo quedarían paralizadas en el caso de que el comercio entre Taiwán y el resto del mundo quedara frenado. Algunas de las cuales son a su vez proveedores claves de los mayores fabricantes de dispositivos electrónicos.
España se vería afectada. China es el primer destino de la exportación española en Asia Cabría citar las que tienen mayores intereses en la región, como son Inditex, Iberdrola, Meliá, Gestamp, BBVA, CAF, Amadeus.
Llegado el caso, el oro sería uno de los activos ganadores. Vería como se incrementa fuertemente su demanda y su cotización daría un salto interesante al alza.
Ismael De La Cruz/Investing.com
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