La reunión del BCE de la semana pasada transcurrió prácticamente según lo previsto, con un recorte de 25 puntos básicos y una importante rebaja de la evaluación de las perspectivas económicas por parte del banco central.
Esta semana los mercados se centrarán en la última reunión del año de la Reserva Federal (el miércoles) en la que se espera un recorte de 25 puntos básicos; la clave estará en la orientación futura de los tipos implícita en el diagrama de puntos del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC). Pero antes de eso, hoy se publicarán los índices PMI de actividad empresarial en todo el mundo. Estamos deseando ver si los pésimos niveles europeos del mes pasado fueron una reacción instintiva a la victoria electoral de Trump o si indican algún malestar más profundo. El informe del mercado laboral del Reino Unido del martes, al que seguirá el dato de inflación del miércoles y la reunión del Banco de Inglaterra del jueves, completarán las publicaciones importantes de la semana.
EUR
La última reunión del año del BCE concluyó con lo que la mayoría esperaba: un recorte de 25 puntos básicos y una sombría rebaja de sus expectativas de crecimiento para la zona euro en 2025 y 2026, manteniendo prácticamente sin cambios sus previsiones de inflación. Esta evaluación a la baja significa que probablemente habrá un recorte en cada reunión del primer semestre de 2025. El euro se tomó esto con calma y consiguió terminar la semana justo por encima del nivel de 1,05 frente al dólar.
La próxima gran prueba serán los índices PMI de actividad empresarial de diciembre, que se desplomaron en noviembre tras la victoria electoral de Trump, pero que podrían repuntar ahora que se ha disipado el impacto inicial.
USD
El informe de inflación de noviembre salió exactamente como se esperaba. Lo más notable fue que el número mensual se situó en el 0,3% por cuarto mes consecutivo, consistente con una tasa anualizada justo por debajo del 4% que aumentará la inquietud de la Reserva Federal ante la posibilidad de que el progreso en la reducción de la inflación se haya estancado.
Aunque esperamos que la Fed recorte los tipos esta semana, prevemos que la orientación futura se mueva en una dirección de línea dura y tenga dificultades para justificar más de dos recortes adicionales en todo 2025.
GBP
Los malos datos de octubre sobre el crecimiento mensual del PIB y la producción industrial preparan el terreno para la reunión del Banco de Inglaterra de esta semana, que tendrá lugar justo después de que se publiquen los índices PMI y los informes sobre empleo e inflación de noviembre. No es habitual que una decisión del banco central tenga lugar inmediatamente después de tal avalancha de datos económicos, pero no se espera que estos últimos influyan en el Comité de Política Monetaria a la hora de recortar los tipos. Sin embargo, podría influir en el número de disidentes que voten a favor de un recorte.
Pensamos que de cara a 2025, unos tipos altos, un crecimiento relativamente resistente y el continuo acercamiento a la UE permitirán que la libra esterlina siga subiendo tanto frente al dólar como frente al euro.
JPY
El mercado ha rebajado sus apuestas a favor de una subida inmediata de los tipos de interés por parte del Banco de Japón esta semana, y ahora parece más probable que se mantengan. A pesar de que la reunión de este jueves aún está pendiente, los últimos comentarios del gobernador Ueda parecen sugerir que el banco esperará hasta el Año Nuevo antes de realizar una tercera subida de tipos en el ciclo actual. Según los informes publicados la semana pasada, los funcionarios parecen estar abiertos a una subida esta semana, aunque el comité también ve poco coste en esperar al menos hasta la reunión de enero.
El yen fue la moneda con peor comportamiento del G10 la semana pasada, ante la expectativa de que el Banco de Japón no subiera los tipos el jueves, por lo que una decisión de mantener la subida no sería un desastre total para el yen (6 puntos básicos de subida actualmente descontados). Sin embargo, tendríamos que ver algunos comentarios de línea dura por parte del gobernador Ueda, que apuntan a la probabilidad de otra subida de tipos en enero o marzo, para evitar un nuevo movimiento a la baja de la moneda japonesa de aquí a finales de año. Ni que decir tiene que la decisión de subir los tipos provocaría una fuerte subida del yen desde los niveles actuales.
CNY
La semana pasada se produjeron en Pekín una serie de acontecimientos políticos que apuntan a una intensificación de las medidas políticas encaminadas a impulsar el crecimiento económico. Para empezar, el yuan experimentó un impulso tras una declaración del Politburó, que describió la política monetaria para 2025 como «moderadamente laxa» para estimular la demanda interna. Como referencia, la última vez que los funcionarios utilizaron estas palabras fue tras la Crisis Financiera Mundial de 2009. A mediados de semana, el CNY cayó después de que un informe de Reuters revelara que China está considerando permitir que el yuan se debilite, haciendo así que las exportaciones chinas sean más competitivas, para contrarrestar el impacto de unos aranceles estadounidenses potencialmente más altos. Esto sugiere que la fuerte fijación en torno a 7,20, que ha persistido desde el día de las elecciones, podría llegar pronto a su fin.
Por último, la Conferencia Central de Trabajo Económico (CEWC, por sus siglas en inglés) elevó aún más las expectativas de estímulo. Los dirigentes se comprometieron a impulsar la demanda interna proponiendo un mayor déficit presupuestario para 2025, bajando los tipos, reduciendo las reservas obligatorias y emitiendo bonos especiales del Tesoro a muy largo plazo, todos ellos cruciales para financiar proyectos de infraestructuras y aumentar el gasto público. En resumen, una semana de noticias en gran medida negativas, que sugieren que el camino para el yuan será el de la caída frente al dólar.