La semana que se inicia tendrá a los bancos centrales como protagonistas, con varios anuncios de política monetaria, y de distinto tenor.
Claramente, la reunión de la Fed, que terminará el miércoles al mediodía, será la más importante. El banco que lidera el Sr. Powell podría recortar su tasa de interés nuevamente, para finalizar 2024 en el 4.5%, un punto porcentual menos que lo que mantuvo hasta septiembre pasado.
Esto ocurre en medio de ciertas especulaciones en contrario surgidas en los últimos días, ante unas cifras de inflación de noviembre apenas por encima de las de octubre, y con mediciones interanuales en línea con lo esperado, y lejos de los objetivos del 2%.
Los operadores prestarán atención al tono del comunicado del FOMC, que podría anunciar una pausa para su próximo encuentro, que tendrá lugar en enero. Esta espera se justifica en las medidas que anunció el presidente Trump, cuya asunción tendrá lugar el 20 de enero, y que prometen reducir impuestos a las empresas, e implementarlos para las importaciones, con un caso extremo del 60% para todo lo que llegue de China.
Por otro lado, el Banco de Japón mantendrá su tasa sin cambios, en el 0.25%, después de dos aumentos de tipos en 2024, en abril y julio. Si bien los operadores descontaban un aumento en diciembre, las declaraciones de varios funcionarios de la entidad parecieron torcer el rumbo, y tal aumento tendría lugar recién en marzo, o más adelante. De todas formas, el Yen parece estar llegando a un piso importante, en la zona de 155.00, y podría comenzar a recuperar posiciones lentamente, aunque ello también dependerá de los rendimientos de los bonos del Tesoro, cuya curva es prácticamente idéntica a la del par USD/JPY.
En otro orden, el Banco de Inglaterra podría dejar sin cambios su tasa de interés, ante un inesperado aumento de la inflación en Reino Unido, aunque la entidad que conduce el Sr. Bailey ha mantenido una política monetaria muy cauta. La Libra se mantuvo firme ante el dólar hasta la semana pasada, cuando el PBI de noviembre en Reino Unido, con cifras peores a las esperadas, derrumbó a la moneda británica. En el corto plazo, la Libra tiene un camino bajista por delante, probablemente a la zona de 1.2550.
El Euro sufre las consecuencias del recorte de tasa del BCE, que tuvo lugar el jueves pasado. Si bien cerró la semana en orden a 1.0500, la zona de 1.0415 se mantiene como el soporte a seguir en los próximos días.
La onza de Oro perdió la cota de 2655 dólares, aunque mantiene una tendencia alcista de corto plazo. Sin embargo, el gap en 2560 dólares, que quedó a mediados de noviembre, parece actuar como un imán para el metal precioso, que podría visitar tal nivel antes de iniciar un nuevo ciclo alcista. Esto quedaría parcialmente confirmado al quiebre de 2620 dólares. En cambio, la superación de 2680 dólares le dará un nuevo impulso alcista.
La semana se inicia con los datos de manufacturas y servicios en la Eurozona, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos a cargo de S&P Global. Estas cifras no variarán sustancialmente respecto a las mediciones del mes anterior, pero sí tendrán un alto impacto en el Dólar y, antes, en el Euro y la Libra esterlina.
Por el momento, el billete aparece en primera fila, con probables ganancias importantes ante la moneda única, y con una baja de la Libra que parece algo más limitada que la del Euro. La recomendación, como siempre, es esperar a la publicación de los informes antes de tomar posición en el mercado.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College