Grifols (GRF.ES) cae más de un 4% en lo que llevamos de mañana debido a dos malas noticias que están generando desconfianza entre los inversores. Moodys deja de cubrir la compañía y dos consejeras de la empresa abandonan el barco. ¿Qué ha ocurrido?
En primer lugar, tenemos que destacar que el viernes pasado Moodys anunció que dejaría de cubrir la compañía española, lo que significa que no conoceremos el rating que le otorga a su deuda. Estas empresas de calificación, entre las que también se encuentran S&P y Fitch (que siguen cubriendo a Grifols), se encargan de otorgar una especie de nota a las empresas que emiten deuda (también a países) y sus decisiones son bastante seguidas por los inversores de renta fija. Por norma general, una buena calificación significa que los tipos de interes a pagar por una empresa son menores que los de una empresa con una mala calificación.
Moodys afirma que la información para apoyar sus calificaciones sobre Grifols es insuficiente o inadecuada, lo que supone un varapalo para la española. Además, esto se produce después de que el 27 de junio de este mismo año la agencia rebajara la calificación de Grifols, lo que deja claro que no es del agrado de la estadounidense.
Si finalmente Grifols finalmente deja de cotizar en bolsa, esto no tendrá mucho impacto, aunque si sigue cotizando y tiene la necesidad de seguir emitiendo deuda podría verse abocada a pagar un tipo de interés ligeramente más alto por la desconfianza que este movimiento ha creado.
Las acciones de Grifols siguen sin remontar a pesar de la posibilidad de OPA.
Análisis realizado por los analistas de XTB