Aunque la semana pasada la mayoría de las divisas del G10 sufrieron altibajos, terminaron cerca de su punto de partida, con la notoria excepción del yen japonés.
Aunque la semana pasada la mayoría de las divisas del G10 sufrieron altibajos, terminaron cerca de su punto de partida, con la notoria excepción del yen japonés, castigado por la postura moderada del Banco de Japón. En el extremo opuesto, el rand sudafricano sigue subiendo gracias al acuerdo entre el ANC y la centrista Alianza Democrática.
Con pocos acontecimientos macroeconómicos o de política monetaria importantes (aparte de la inflación PCE en EE.UU. del viernes), el principal foco de atención del mercado seguirá estando en la política. Se espera poca volatilidad en las elecciones británicas del 4 de julio, ya que las encuestas predicen unánimemente una amplia mayoría laborista. Las francesas ya son otra historia. La primera vuelta será el 30 de junio, y aunque no se esperan resultados definitivos hasta la segunda, habrá suficiente información para provocar un trading potencialmente frenético ese domingo por la noche y el lunes siguiente por la mañana.
EUR
Las repercusiones políticas de las elecciones al Parlamento Europeo y la decisión de Macron de convocar elecciones legislativas anticipadas en Francia siguen pesando sobre los activos europeos y, aparentemente, sobre el optimismo empresarial.
Los índices PMI de la Eurozona de junio fueron considerablemente más débiles de lo esperado, y la brecha entre las economías estadounidense y europea parece ser más grande que nunca. A pesar de todo, el euro tuvo un comportamiento aceptable, con una caída inferior al 1% frente al dólar. Consideramos que esto es una señal de que los actuales niveles de abaratamiento de la moneda común ya suponen una gran desventaja, y puede que sea difícil que el euro caiga mucho más a partir de ahora.
USD
Las noticias económicas de EE.UU. de la semana pasada fueron mixtas, con las ventas minoristas sorprendiendo a la baja, pero con los índices PMI de actividad empresarial saliendo mejor de lo esperado. Sin embargo, la aversión al riesgo en Europa provocada por la incertidumbre en torno a las elecciones francesas sólo pareció ayudar marginalmente al dólar estadounidense, en otra señal de que la valoración del dólar podría estar estirándose.
Esta semana debería ser tranquila, pero el primer debate presidencial entre Biden y Trump del jueves puede ser otro acontecimiento político que agite los mercados, ya que la carrera sigue estando demasiado reñida. Más allá de la cuestión política, el segundo informe de inflación del mes, el dato del Gasto Personal de los Consumidores (PCE), estará en el punto de mira el viernes.
GBP
El Banco de Inglaterra ha mantenido la política monetaria sin cambios, como se esperaba, pero ha dejado entrever su intención de empezar a recortar los tipos ya en la próxima reunión de agosto. La mejora de la inflación, la tímida relajación del mercado laboral y las encuestas PMI de la semana pasada, más débiles de lo esperado, apuntan en la misma dirección. Los mercados están cuestionando incluso que se produzca este recorte, pero creemos que, a menos que se produzca una sorpresa importante en materia de inflación, el Banco de Inglaterra seguirá los pasos del BCE y comenzará a recortar los tipos en ese momento.
Las perspectivas de una victoria laborista la semana que viene son, en realidad, positivas para la libra, ya que los mercados seguirán valorando el acercamiento a la Unión Europea. Por lo tanto, no vemos que el recorte de agosto vaya a pesar sobre la libra esterlina a medio plazo.