El Dólar se tomó un respiro el miércoles, en un día sin noticias importantes, y con los mercados asumiendo que la Fed dejará, probablemente durante todo el año, la tasa de interés en el actual nivel del 5.5%.
La desilusión de la bolsa de Nueva York se extendió a la sesión de la víspera, con una baja adicional a la que vino sufriendo desde la semana pasada, cuando la inflación quedó muy por encima de lo esperado. Hasta el momento, el índice Dow Jones perdió el 6% desde sus máximos históricos de inicios de abril, y ya cotiza en el nivel que se encontraba en enero de este año, con una caída casi vertical.
Las declaraciones del presidente de la Fed, Sr. Powell, dejando en claro que con el panorama actual no hay forma de cambiar la política monetaria terminó por sacudir el tablero. El Euro llegó el miércoles a un nuevo mínimo anual, similar al del martes en 1.0598, tras lo cual recuperó posiciones sin noticias que lo ameriten. En otras palabras, se trata de un alza sin fundamentos, que podríamos asegurar es el trampolín a una baja mucho más significativa.
La superación de 1.0705 podría darle algo de impulso adicional a la moneda única, aunque la sobrecompra de corto plazo, sumada a la tendencia bajista principal que la guía, parecen indicar que los mínimos del miércoles estarán en peligro pronto. La zona de 1.0565 sigue en el radar.
La titular del Banco Central Europeo, Sra. Lagarde, dijo que la lucha contra la inflación no ha terminado en la Eurozona. En sus dichos podría encontrarse la justificación del rebote del Euro, aunque la Fed afirma exactamente lo mismo. Desde el Banco de Inglaterra no se quedan atrás. El interrogante es entonces cual de los bancos centrales principales será el que de el primer paso para recortar tipos. Esta vez, la Fed no parece ser la que se atreva.
La Libra esterlina siguió los pasos del euro, pero con cautela. Después de que la inflación en Reino Unido quedara por encima de los pronósticos, los dichos del gobernador del BoE, Sr. Bailey, hicieron trastabillar a la moneda británica. La zona de 1.2400, que rozó el martes y miércoles, vuelve a ser el objetivo a seguir en el corto plazo, aunque el comportamiento de la libra estará, como suele pasar, atado a la suerte del euro.
El Yen, apuntalado por una ligera baja en los rendimientos de los Bonos del Tesoro, logró hacer pie ante el dólar después de varios días de tocar mínimos de 34 años. La moneda nipona luce muy débil, sin perspectivas de recuperación más allá de un puñado de puntos como el que ganó en la víspera. Solo el quiebre de 151.00, algo muy hipotético, podría darle al yen algo de respiro.
La onza de Oro se mueve, llamativamente, a contramano del yen. Punto a punto, su trayectoria oscila entre 2400 dólares y 2360, mientras el yen se mueve en la zona de 154.30. El metal precioso parece prepararse para atacar sus propios máximos históricos del viernes pasado en 2433 dólares, algo que puede llegar abruptamente ante un agravamiento de la situación en Medio Oriente.
Este jueves, las peticiones semanales de subsidio por desempleo en Estados Unidos le darán ritmo al mercado, como también lo hará la apertura de la bolsa de Nueva York, donde el temor a una baja más fuerte de las acciones líderes no se disipa.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.