Boeing es una empresa dedicada a la fabricación de aviones que fue fundada en 1916 y que tras años de evolución y lanzamientos de nuevos modelos, se ha convertido en una de las dos empresas líderes del sector. Sin embargo, en 2017 lanzó un nuevo modelo de avión llamado 737 MAX, que estaba llamado a ser la referencia del sector pero que en realidad solo le ha traído problemas. Tras años de pérdidas, la compañía tiene por delante un futuro desafiante del que puede salir victoriosa o finalmente perder la hegemonía del sector aéreo. ¿Quieres saber si Boeing es una gran oportunidad? ¡Vamos a analizarla!
En primer lugar, tenemos que analizar el comportamiento de parte del sector turístico para comprender en qué situación se encontraba la industria de fabricación de aviones. Y es que lo cierto es que la evolución del número de pasajeros en avión a nivel mundial crecía a un ritmo sólido en el periodo 2014-2019, antes de la pandemia. En concreto, se experimentó un aumento anualizado del 6,4% para los vuelos domésticos y del 7,7% para los vuelos internacionales, con el RPK, métrica que hace referencia a los ingresos por pasajero entre el número de km recorridos, creciendo con fuerza.
Todo parecía ir bien hasta que en 2020 la economía mundial se paró y numerosos países del mundo cerraron sus fronteras, lo que provocó un declive en el tráfico de pasajeros, afectando a las aerolíneas, las empresas de leasing de aviones y los fabricantes de aviones. Además, el parón provocó que las entregas de aviones se congelaran y las aerolíneas aprovecharan para retirar parte de su flota, que era poco eficiente y antigua.
Finalmente, tras la vuelta a la normalidad, el sector se está recuperando paulatinamente, con un tráfico de pasajeros que se espera que alcance los niveles de 2019 en este 2024 y con las ventas de billetes superando ese año. Pero no se trata de algo puntual, sino que las perspectivas son de un crecimiento sólido, con el doble de pasajeros a nivel mundial para el año 2035.
Fuente: Elaboración propia con datos de IATA
Con todo lo mencionado, no parece que Boeing vaya a beneficiarse más allá de lo que lo ha hecho en otros periodos. Pero el panorama cambia totalmente si tenemos en cuenta que hay una gran escasez de aviones. De hecho, esto no es casualidad, sino que un conjunto de factores se ha alineado para que la demanda supere con creces a la oferta actual. Los principales factores han sido los siguientes:
- En 2020 no se jubilaron precisamente pocos aviones, y es que solo en ese año se retiraron 2.732 aviones, lo que representaba el 12,4% de la flota global de ese año. Esto se debió a la edad de los aviones y al coste del combustible, por lo que las aerolíneas buscaban mayor eficiencia de su flota
- Escasez y aumento del coste de los materiales. La inflación ha causado efecto también en esta área. A esto hay que sumarle que la mayoría de componentes básicos provienen de China, que ha estado aplicando medidas de confinamiento durante más tiempo, lo que ha afectado a la cadena de suministro global. La guerra de Ucrania también ha influido en la escasez de materiales
- Escasez de mano de obra. En este caso, de mecánicos. Aunque el problema se concentra en Estados Unidos, también lo hace en Europa. Actualmente se estima que hay un 14% más de demanda de mecánicos que oferta
Todo esto ha provocado que los pedidos de aviones se hayan acumulado hasta tal nivel en el que se tardarían 12,6 años en entregar los 15.933 aviones pedidos al ritmo actual de producción.
Por ello, las perspectivas de un aumento de la demanda de aviones es clara. Aunque no tendremos que esperar mucho para comprobarlo, puesto que en el 2023 se realizaron los mayores encargos de la historia del sector. Los protagonistas fueron IndiGo y Air India, que encargaron 500 y 470 aviones respectivamente. A todo esto, hay que sumarle la variable medioambiental, que está obligando a las compañías a sustituir los modelos más contaminantes por otros nuevos, más eficientes y más limpios, hasta el punto de que se estima que la mitad de la demanda hasta 2042 será para sustituir la flota actual.
Pero ¿cómo de fuerte será la demanda? En concreto, se estima que en los próximos 10 años se entregarán 20.600 aviones nuevos, y según Boeing, se necesitarán 42.595 aviones nuevos hasta 2042. Por tanto, podemos afirmar que claramente los fabricantes de aviones pueden ser los ganadores de toda esta tendencia.
¿Quiénes son los principales competidores de Boing?
Además de Boeing, encontramos diferentes fabricantes de aviones. Sin embargo, la mayoría tienen una reducida cuota de mercado y se concentran en otros nichos. Excepto Airbus, el competidor europeo por excelencia de Boeing y con la que lleva años disputando el liderazgo del sector, que podemos clasificar como un duopolio en el que ambas se reparten la cuota de mercado.
Fuente: Elaboración propia con datos extraídos de los informes de las compañías
Pero en los últimos años la compañía francesa ha desbancado a Boeing con claridad, con una mejor gestión operativa y financiera del negocio.
Hay un por qué del declive en el que vive Boeing desde 2018, pero antes vamos a explicar sus principales líneas de negocio:
- Aviones comerciales: se concentra en el desarrollo, fabricación y comercialización de aviones comerciales, principalmente a las aerolíneas. Es su principal segmento, con el 43,6% de los ingresos en 2023, pero con unas pérdidas operativas de 1.635 millones de dólares
- Defensa, espacio y seguridad: se centra en la investigación, desarrollo, producción y modificación de aviones militares, así como sistemas armamentísticos relacionados con la vía aérea. En 2023 representó el 32,1% de los ingresos y tuvo unas pérdidas operativas de 1.764 millones de dólares, además, cada vez tiene menos relevancia
- Servicios: concentra todo tipo de servicios relacionados con los aviones, desde mantenimiento o repuestos hasta análisis de datos. Representó el 24,6% de los ingresos en 2023 y fue el único segmento con beneficio operativo, en concreto, de 3.329 millones de dólares
Fuente: Elaboración propia con datos extraídos de los informes de la compañía
En su división de aviones comerciales es donde ubicamos al 737 MAX, el avión del cual depende fundamentalmente el éxito de la compañía, ya que satisface al segmento más importante del sector. Y este, precisamente es el modelo que está dando problemas a Boeing.
Todo comenzó cuando Airbus lanzó su modelo competidor, el A320 NEO, en enero del 2016. Esto provocó que Boeing acelerara los procesos para lanzar su 737 MAX, que finalmente lo hizo en mayo del 2017. Poco después de su lanzamiento, en octubre de 2018, un 737 MAX de una aerolínea asiática con tan solo 3 meses de uso se estrelló. A este le siguió otro accidente en marzo del 2019, que también causó la muerte de todos los pasajeros. Ambos se produjeron en el despegue, por lo que estaba claro que había algún problema.
La raíz del problema era que del 737 Next Generation, la versión antigua del 737 MAX, a este nuevo modelo, se habían instalado motores más eficientes, limpios, pero también más grandes. Esto hizo que se tuviera que modificar la estructura, lo que provocó el cambio del centro de gravedad del avión. Esto no es algo sin importancia, sino que aumentaba la probabilidad de que el avión entrara en pérdidas en los despegues. Por ello, la compañía creó el MCAS, un sistema de seguridad que corrige el cabeceo del avión automáticamente. Pero cuidado, porque la solución fue peor que el problema, ya que el sistema actuaba en ocasiones antes de tiempo y provocaba la pérdida de altura del avión. El riesgo del avión era tan elevado que la media de accidentes catastróficos de todos los aviones en global era de 6 veces menor que el del 737 MAX.
Las autoridades tomaron medidas y el modelo estuvo 20 meses sin volar. Tras su puesta en marcha, ha seguido dando problemas y en este mismo 2024 un avión de Alaska Airlines tuvo que realizar un aterrizaje forzoso provocado por un desprendimiento de un panel del avión.
Ante todo esto, ¿qué le espera a Boing?
Los esfuerzos de la empresa se están concentrando en solucionar finalmente el problema del 737 MAX. Lo cierto es que las perspectivas son buenas, pese a que se enfrenta claros desafíos. Tras varios de pérdidas, estimamos que en este 2024 la compañía vuelva a la senda de los beneficios. De hecho, ha conseguido generar flujo de caja libre positivo en los últimos dos años, lo que es una buena señal.
Fuente: Elaboración propia con datos extraídos de los informes de la compañía
Por todo lo expuesto anteriormente y el nivel del que parte la compañía, estimamos que el crecimiento de las entregas de aviones comerciales crecerá con fuerza.
Para la valoración, hemos realizado un descuento de flujos de caja libre y un múltiplo EV/EBIT. En este análisis, los métodos usados nos dan valoraciones diferentes y lo cierto es que la tasa de descuento usada para el descuento de flujos, del 8%, y sobre todo del valor terminal, del 10%, influyen mucho. Sin embargo, ante la situación de la compañía es mejor ser conservador.
Por su parte, el valor estimado por múltiplo es de cara a 2028, aunque le seguimos viendo poco potencial para el riesgo que tiene la compañía.
Análisis realizado por los analistas de XTB