El Dólar mantuvo una postura mixta el miércoles luego de un agitado calendario de noticias a ambos lados del Atlántico. Por un lado, los datos de manufacturas y servicios de Alemania quedaron por encima y por debajo de las expectativas, respectivamente. La medición de manufacturas de la Eurozona, mejor de lo esperado, apuntaló al Euro, que alcanzó, en el inicio de la sesión americana, la zona de 1.0930, firme e invulnerable resistencia de corto plazo.
La Libra esterlina, en tanto, ganó terreno rápidamente ante los mismos informes publicados en Reino Unido. Si bien detuvo su alza en 1.2775, la moneda británica parece tener más por ganar en los próximos días.
El Yen, crónicamente débil, aprovechó la temprana caída del dólar, para alcanzar un máximo que no tocaba desde el 16 de enero, en la zona de 146.65.
Todo esto cambió abruptamente, aunque para quien sigue los precios al instante, en forma poco sorpresiva. Una vez más, la baja del Dólar solo fue el preludio de un nuevo movimiento alcista del billete, que se fortaleció ante las marcas de PMI de manufacturas y servicios en Estados Unidos. La primera volvió a situarse por encima de los 50 puntos, que marcan expansión del sector.
La bolsa de Nueva York cedió posiciones, ante la recuperación de las variables económicas mencionadas. Otra vez la bolsa reacciona a la baja ante las buenas noticias, y esto tiene que ver con que la Fed podría demorar sus esperados recortes de tasa de interés, el primero de los cuales era esperado por muchos operadores en marzo.
Al final del día, el Dólar terminó ganando, aunque no en forma concluyente, ante las monedas principales, y sobre todo ante la onza de Oro, que mostró fuertes signos de debilidad. El metal precioso se acerca a los 2000 dólares, y el quiebre de dicho nivel lo puede hacer caer mucho más fuerte.
Los rendimientos de los Bonos del Tesoro a 10 años quedaron en el 4.17%, haciendo trastabillar al yen, y justamente a la onza de oro.
Lo que sigue es el anuncio de política monetaria del Banco Central Europeo. Si bien la atención está centrada en el discurso posterior al anuncio, a cargo de la titular de la entidad Christine Lagarde, no se esperan sorpresas en sus dichos. La tasa quedará en el 4.5%, y Lagarde estirará los tiempos para los próximos meses. La inflación baja, pero no tanto, y no es momento de hacer recortes, y menos aun de prometerlos. El mismo discurso tuvo el gobernador del Banco de Canadá, Macklen, y es el mismo que brindarán los otros banqueros centrales. Signo de época, hacia donde va la Fed van todos.
El Euro podría reaccionar al alza si Lagarde, como se espera, deja todo en stand by. La superación de 1.0930 lo encontrará camino a 1.1000, valor que tocó a fin de año. Sin embargo, la debilidad de la moneda única, producto sobre todo de la fortaleza del dólar, hará que cualquier alza sea muy lenta, y cualquier baja muy rápida. El quiebre de 1.0820 será complicado de revertir en el corto plazo.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
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