Aunque las ventas del segundo trimestre de Vodafone han superado las estimaciones de los analistas, los beneficios han sufrido una caída respecto al año anterior. Las acciones han llegado a caer más de un 4% y desde principios de año acumulan una pérdida del 25%.
Durante los últimos meses la compañía ha tratado de incrementar sus ingresos subiendo las tarifas, asumiendo el riesgo de que los clientes buscan opciones más baratas.
La empresa británica está tratando de apuntalar sus cuentas, en mayo anunció un programa para reducir 11.000 empleos y recientemente vendió su negocio en España, una decisión muy discutida por sus accionistas.
El sector de las telecomunicaciones se enfrenta a un entorno complejo, con una mayor competencia y márgenes más estrechos. Aunque el crecimiento de los ingresos respalda el nuevo plan estratégico, sigue sometida a una enorme tensión.
Análisis realizado por los analistas de XTB