Desde hace tiempo, todos los informes que se publican favorecen plenamente al Dólar, con datos de inflación, empleos, ventas minoristas y hasta el PBI, que en su medición avanzada del tercer trimestre quedó muy por encima de lo esperado.
El mercado se encuentra especialmente sensible a las noticias. En algunas épocas, solo algunos informes de primera línea tienen impacto en los precios. Ahora, hasta las peticiones semanales de subsidio por desempleo generan movimientos importantes.
El jueves no fue la excepción. El billete volvió a tomar fuerza en todos los frentes, con el Euro y la Libra nuevamente cerca de sus mínimos anuales. Sobre el final de la sesión americana, una ligera recuperación de las acciones y, por ende, de los índices en Wall Street, hizo que las monedas Europas recuperen ligeramente posiciones. Naturalmente, el PIB muy positivo enciende alarmas respecto a un posible aumento de tipos de interés por parte de la Fed.
De todas formas, que el banco central mantendrá los tipos sin cambios parece cosa juzgada. La mayoría de los bancos centrales ofrece un discurso parecido. El jueves fue el turno del Banco Central Europeo, que mantuvo sin cambios su tasa, afirmando además que la lucha contra la inflación es positiva, y que los tipos de interés se encuentran suficientemente ajustados. Algo similar dirá la Fed el próximo miércoles.
Este viernes será el turno del deflactor de inflación de septiembre. Se trata de una medición que toma la inflación del mes anterior -informe muy rezagado y que durante años no tuvo impacto alguno por ese motivo- en términos de consumo personal. La Fed presta especial atención a este dato, aunque conocido tan tarde, difícilmente cambie su postura para la próxima semana.
Técnicamente, las monedas principales presentan una clara tendencia bajista en el gráfico diario. Sin embargo, el gráfico de 4 horas muestra que tanto el Euro como la Libra esterlina están sobrevendidos, lo que puede redundar en una recuperación de ambas.
El Yen, en cambio, mantiene una postura bajista de mediano y largo plazo, y el jueves llegó a un nuevo mínimo anual en 150.84. Una intervención efímera le dio algo de aire, frenando nuevas caídas, pero solo el quiebre de 149.00 podría cambiar su actual sesgo. Hay muchas especulaciones respecto a una intervención importante por parte de las autoridades en Japón, y también sobre una mayor flexibilidad en los rendimientos de los bonos, por ahora limitados al 1%.
En cuanto a la onza de Oro, se mantiene muy fuerte, buscando una y otra vez la zona de 2000 dólares. La sobrecompra de corto plazo no permite más que algunas correcciones bajistas muy puntuales, y solo el quiebre de 1960 dólares cambiaría momentáneamente la tendencia alcista de corto plazo. En dicho caso, la zona de 1922 dólares aparecerá pronto en el horizonte. Desde ya, ello dependerá de cómo evolucione el conflicto en Medio Oriente. Siendo viernes, muchos operadores prefieren cubrirse en el metal ante un probable recrudecimiento durante el fin de semana.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.
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