La reciente noticia del impago de la promotora china Country Garden, es una de las fuentes que alimentan el miedo de las empresas en China. Según una encuesta realizada por McKinsey, en el país asiático la variable que mayor impacto negativo se espera que tenga en el crecimiento económico del país es la incertidumbre del mercado inmobiliario. Y es que para China este sector representa en global el 20% del PIB, por lo que cualquier movimiento que tenga la industria repercutirá directamente sobre la economía en general y sobre el PIB.
El segundo mayor riesgo es una demanda débil, puesto que el país lleva tiempo alimentándose no solo de la demanda externa, sino también de la interna. Por tanto, para que China mantenga las elevadas tasas de crecimiento, más frente a una ralentización del sector inmobiliario, debe mantener una fuerte demanda interna.
Sin embargo, estas dos variables están relacionadas. Algo parecido pasó en España en la crisis financiera de 2008, puesto que cuando un sector tiene tanto peso en la economía, afecta indirectamente a otros. Si el empleo del sector inmobiliario se resiente, la bajada del consumo de estas personas impactará en otros sectores, y como agrupa tanta actividad económica el impacto es mayor que si pasara con una industria menos relevante.
Por tanto, el sector inmobiliario chino marcará el futuro a corto y medio plazo del país, e incluso dado la importancia de China en la demanda global, también de la economía mundial.
Análisis realizado por los analistas de XTB