Comienza la parte más importante de la semana en materia de informes. Este miércoles será el turno del índice de inflación mayorista de septiembre en Estados Unidos, que si bien no tiene el impacto de la inflación minorista, puede ser decisivo para el Dólar a las 8:30 del este.
Ya en la tarde de Nueva York se conocerán las Minutas de la última reunión de política monetaria de la Fed, que tuvo lugar el 20 de septiembre. En dicha oportunidad, el banco central dejó sin cambios la tasa de interés, después de “amagar” con aumentarla durante las semanas previas al encuentro.
Justamente, las declaraciones de varios funcionarios del Comité Federal (FOMC) que tuvieron lugar en las últimas sesiones, parecen haber puesto paños fríos de cara a la próxima reunión, que tendrá lugar el 1 de noviembre.
Es evidente que desde bastante antes de la reunión anterior comenzó a cambiar el perfil de la visión de la Fed. Si bien el presidente Powell insiste en seguir endureciendo la tasa de interés hasta que la inflación baje al 2%, otras voces, también importantes, sostienen que una pausa es lo más apropiado.
El cruento enfrentamiento en Medio Oriente que estalló el sábado pasado está, en apariencia, contribuyendo a este cambio de criterio del banco central. Lo que viene es totalmente incierto, y la posibilidad de que se agrave el conflicto con la entrada de otros países podría impulsar al FOMC a mantenerse sin cambios durante un largo tiempo.
Los mercados perciben esta nueva postura de la Fed, y reaccionan en consecuencia. Los activos principales presentan, sin embargo, algunos movimientos llamativos. Por ejemplo, el alza del Euro y la Libra esterlina, supuestamente impulsados por la búsqueda de riesgo, en momentos en que la prudencia indica todo lo contrario.
La caída del Dólar puede venir de la mano no de la búsqueda de activos de inversión, sino del refugio en los bonos del Tesoro, cuyos rendimientos se habían volado en los últimos tiempos, para retroceder fuerte en las últimas horas. El resultado es el mismo, pero las causas son diferentes.
El Oro sigue dando muestras de fortaleza, aún desde posiciones desfavorables en el corto plazo. El gap que dejó desde sus mínimos de varios meses en la zona de 1810 dólares hasta los precios actuales será cubierto alguna vez. De allí es que no conviene apostar por la onza en estas horas, salvo que la tendencia de mediano plazo cambie, lo cual tendría lugar al quiebre de 1930 dólares, algo poco probable por ahora. Si eso sucede, el gap quedará allí, como una espina que un día el precio volverá a sacarse de encima.
El Petróleo también brinda señales difusas. Luego de llegar a máximos de 13 meses cayó a mínimos de un mes, para crecer el lunes ante el estallido en Israel del sábado pasado. Si los países productores anuncian recortes parciales o totales en su producción el precio de la materia prima podría aumentar en forma geométrica. Sería, de todos modos, por demás extraño que eso suceda; y si sucede, que se extienda por más de algunos días.
Volviendo a las monedas principales, el Euro apura su llegada a un canal bajista medido en el gráfico diario, y tendrá que quebrar 1.0635 para dejarlo atrás. La Libra deberá hacer lo propio con 1.2350, y el yen con 147.25, lejos de los niveles actuales.
Los datos de inflación de este miércoles pueden ayudar a estas monedas, aunque no será suficiente. Lo que viene, el dato de inflación minorista previsto para el jueves, será lo que termine por decidir la suerte del Dólar en el corto plazo.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
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