Cuando vamos a invertir en Bolsa o en cualquier otro mercado financiero, lo normal es que intentemos emular las directrices de los grandes traders que ya están ganando dinero de forma consistente. Por supuesto, es fundamental saber qué es lo que debemos hacer bien. Sin embargo, tan importante (o más) que lo anterior es ser conscientes de los errores que debemos evitar a toda costa si queremos perdurar en el mundo de las finanzas. En este artículo intentaré daros algunos consejos para mejorar vuestra forma de invertir.
Errores comunes al invertir en Bolsa
Si vamos a dedicarnos al mundo de la inversión (y no somos un robot o un sistema automático de trading), lo normal es que estemos expuestos constantemente a la posibilidad de cometer un error. Y, por desgracia, una operación errónea se puede llevar por delante los beneficios de 10 operativas ganadoras. Así son los mercados financieros.
Como dicen muchas veces los traders ganadores, una vez que tienes entre tus manos una estrategia (o un conjunto de ellas) rentable a largo plazo, hay que enfocarse en tratar de minimizar los errores que cometemos en nuestra operativa diaria. Hay que tener en cuenta que, como ocurre muchas veces, los errores de un determinado inversor pueden hacer que una estrategia con una notable rentabilidad probada del +15% anualizado se transforme en un sistema mediocre incapaz de superar el +7% anual. Por tanto, no hay que subestimar el impacto de los errores en nuestra cuenta.
Hace algún tiempo un amigo me dijo que esa afirmación parecía demasiado drástica y que era poco probable que un único error lastrase toda una estrategia. Quizás mi amigo tenga razón, siempre y cuando sólo cometamos errores muy de cuando en cuando (y no nos crucemos con un Cisne Negro del mercado).
En cualquier caso, hemos de tener mucho cuidado con cómo afrontamos esto desde el punto de vista psicológico. Si no nos importa cometer un error por aquí y otro por allá, cabe la posibilidad de que nuestra mente acabe asumiendo que esta faceta del trading no es algo importante. En dicha situación, lo más probable es que no estemos haciendo un seguimiento de nuestros errores y que, por tanto, estemos cometiendo varios de ellos a la vez.
Los errores de Inversión más comunes
Todo lo anterior esta muy bien pero, llegados a este punto, os estaréis preguntando: ¿cuáles son los errores que suelen cometer los inversores? Obviamente, la lista podría ser interminable pero, desde mi punto de vista, hay una serie de problemas que se pueden considerar como los más comunes. Al menos, son los que nos solían ocurrir con mayor frecuencia a mi y a algunos traders que conozco (y en los que, de hecho, aún seguimos cayendo de vez en cuando).
A continuación, voy a intentar detallar un poco en qué consiste cada uno de los problemas que tengo en mente. Mi lista de los errores es la siguiente.
1º) Dejarse llevar por las emociones: Un problema típico, sobre todo para los inversores principiantes. Si nos dejamos llevar por el miedo o la avaricia, ya no seremos capaces de pensar racionalmente y pasaremos a formar parte de la masa que opera en el mercado. Un secreto: si nos comportamos del mismo modo que el resto del rebaño nunca seremos capaces de ganar dinero de forma consistente a largo plazo.
2º) Confiar demasiado en la intuición: Está bien dejar la puerta abierta al instinto y permitir que nuestra operativa tenga cierta base discrecional. Pero confiar únicamente en la intuición es el camino más directo hacia la quiebra de nuestra cuenta, sobre todo si no tenemos mucha experiencia operando en los mercados. En mayor o menor medida, tendremos que seguir una estrategia de inversión o una técnica de trading con unas reglas claramente definidas.
3º) No ejecutar el stoploss: Un clásico de los errores. Por mucho que nos cansemos de repetir que es imprescindible emplear stoploss en nuestras operativas (ya sean físicos o mentales), gran parte de los traders continúa sin usarlos hoy en día. Sin stop, lo más probable es que nos atemos a la posición más de lo razonable y que no seamos capaces de abandonarla en el momento adecuado, con lo que las pérdidas harán que nuestra cuenta esté cada vez más teñida de rojo.
4º) No dejar correr las ganancias: Al revés de lo que ocurre en el punto anterior, en muchas ocasiones somos demasiado rápidos a la hora de abandonar una posición en ganancias. De este modo lo único que hacemos es perdernos el recorrido posterior de la tendencia. Hay estudios que demuestran que usar targets profits muy ajustados sólo sirve para reducir la rentabilidad de nuestro trading, así que tengámoslo en cuenta a la hora de operar.
5º) Dejarse seducir por los productos de alta rentabilidad: Cuando nos presenten un producto en el que nos prometan una importante rentabilidad futura, tenemos que analizar más factores aparte del rendimiento histórico. Por ejemplo, existen sistemas automáticos que ganan un +30% anual, una rentabilidad muy atractiva. Sin embargo, estos sistemas suelen tener una alta volatilidad y drawdowns anuales superiores al -30%. ¿Seríamos capaces de soportar un producto con estas peculiaridades?
6º) No saber si hay un plazo mínimo obligatorio: En ocasiones, los inversores contratan un producto sin revisar las condiciones del mismo. Por desgracia, las entidades a veces nos ofrecen depósitos combinados o fondos con una rentabilidad más o menos predefinida a cambio de mantener el capital retenido durante un plazo mínimo predeterminado. Si en un momento dado necesita el dinero, el inversor no podrá tener acceso al mismo y se dará cuenta demasiado tarde del error cometido (y, en este caso, no será culpa de la entidad sino nuestra por no haber hecho una mínima lectura del contrato).
7º) Pensar que hay que acertar siempre: Otra de las falacias de los inversores principiantes (y no tan principiantes): pensar que, para que una estrategia sea válida, es imprescindible acertar en el 80% o el 90% de las operaciones que realicemos. Nada más lejos de la realidad. Conozco traders que, con un 50% de aciertos, son capaces de obtener una buena rentabilidad del mercado. ¿El truco? Simplemente ganar más dinero con las operativas ganadoras que el que dejan escapar con las perdedoras…
8º) No analizar las causas de una operación fallida: Por desgracia, la inmensa mayoría de las personas jamás hace un análisis de las operaciones realizadas y, mucho menos, de aquellas que acaban en pérdidas. Querer olvidarse de ellas es un error: es fundamental hacer un análisis y tratar de determinar las razones que, en nuestra opinión, han hecho que acaben de forma negativa. De esta forma, en el futuro seremos capaces de identificar situaciones similares y eso nos permitirá evitar caer varias veces en la misma trampa.
9º) Pensar que el trading es adivinar los giros de mercado: Conozco multitud de inversores que se pasan la vida tratando de identificar los techos y los suelos de las tendencias de los mercados. Piensan que así maximizarán las ganancias de su cartera. Sin embargo, lo que ocurre normalmente es que acaban encadenando una buena serie de operaciones perdedoras. Independientemente de esto, debemos ser conscientes de que, aparte de esa, existen otras muchas estrategias de inversión (comenzando por la sencilla estrategia de seguimiento de tendencias).
10º) Confiar ciegamente en las rentabilidades pasadas: Otro fallo muy común. A la hora de elegir un producto, muchos suscriptores miran simplemente la rentabilidad anualizada de los últimos 5 años y, en base a eso, colocan su capital en un sitio u otro. Por desgracia, si entramos justo cuando está finalizando una tendencia alcista, lo más probable es que nuestro primer año de operativa acabe en pérdidas. Es importante que, junto con el histórico de rentabilidades, analicemos también otros factores relevantes y, por supuesto, que hagamos un estudio de la situación del mercado en el que vamos a invertir.
11º) No diversificar lo suficiente: Aquí hacemos referencia al clásico «no hay que poner todos los huevos en la misma cesta«. Pero diversificar no consiste en comprar 10 valores diferentes del Ibex, ya que con ello seguiremos totalmente expuestos al riesgo de un único país (España). Como mínimo, tenemos que intentar repartir nuestro dinero entre varios paises y regiones económicas (Mercados Desarrollados, Emergentes y Frontera). Es más, lo correcto sería tratar de abarcar, en función de nuestro capital disponible, el máximo número de tipos de activos posibles: Bolsa, Metales, Divisas, Materias Primas, REIT, Bonos…
12º) Diversificar en exceso: Aunque en el punto anterior hemos dicho que es importante diversificar nuestra cartera, tampoco tiene sentido hacerlo en exceso. Es decir, no sería demasiado inteligente comprar los 35 valores del Ibex y dormir tranquilos pensando que somos los reyes de la diversificación (si España quebrase, perderíamos casi todo nuestro capital). Sería mucho más útil, por ejemplo, comprar únicamente 20 activos repartidos de la siguiente forma: 5 valores de la Unión Europea, 5 valores de Estados Unidos, 5 valores de Japón y 5 índices de países Emergentes.
Pues nada, espero que la lista completa os sirva de ayuda. Recordad que un error no siempre se supera de un día para otro y, por tanto, es importante que perseveremos hasta conseguir suprimirlos definitivamente.
Fuente: Tambolsa