La Reserva Federal dejó sin cambios la tasa de interés en el 5.5%, el nivel más alto desde fines de 2000, aunque dejó las puertas abiertas a nuevos aumentos durante el año, si la inflación no cede.
No podía esperarse un discurso muy distinto por parte del presidente Powell. Decir que se trata de un fin de ciclo equivaldría a decir que vienen los recortes de tipos en poco tiempo, y sería una catástrofe para la economía y los mercados. Los funcionarios son sumamente cautos en sus presentaciones, y esta no fue la excepción.
El comunicado habló de la venta de bonos, cuyos rendimientos, tanto a 2 como a 10 años, llegaron a máximos de 15 años apenas conocido el reporte. Esto viene sucediendo desde hace más de un año y medio, y genera una caída fuerte en el yen, y en parte en la onza de oro.
De todas formas, el corto discurso de Powell sirvió para que el dólar vuelva a tomar fuerza en todos los frentes, algo previsible después de su caída de primera hora. Como se sabe, el comunicado llega al gran público a la hora señalada, pero los bancos lo tienen desde mucho antes.
La impresión es que, pese a que la inflación sigue algo elevada, que los costos de energía la alimentan, que los datos de empleo siguen sólidos, y que las ventas minoristas no decaen, no se producirán nuevos aumentos de tasa durante 2023, y en cambio podrían producirse varios recortes el año próximo.
El euro perdió la cota de 1.0700, en tanto la libra esterlina cedió posiciones rápidamente, después de superar 1.2400 por amplio margen durante las primeras horas del día. El yen, muy débil, cruza la barrera de 148.00, y se acerca a la zona de 150.00, donde se especula que el Banco de Japón puede intervenir en el tipo de cambio. Se trata de una medida con poco efecto práctico, pero que le pone un límite a la caída de la moneda nipona.
Por su parte, la onza de oro cayó a última hora del miércoles para cerrar el día en la zona de 1930 dólares, cediendo más de 15 dólares desde sus máximos diarios. Como hemos reiterado en este espacio, la zona de 1870 dólares sigue firme como objetivo bajista del metal precioso, aunque por supuesto requerirá que el dólar acelere su marcha en todos los frentes.
Este jueves, el Banco de Inglaterra anunciará un nuevo aumento de tipos de interés, con lo cual quedará a la misma altura que la Fed, en el 5.5%. La libra esterlina se ve muy debilitada en estas horas a la espera de tal anuncio, por debajo de 1.2300, aunque con un nivel de sobreventa que parece marcar un cambio de rumbo próximo.
En la sesión asiática del viernes, el calendario incluye la decisión de política monetaria del Banco de Japón. Como antecedente, hace dos semanas el gobernador Ueda afirmó que comenzará a cambiar la política del BoJ en forma pausada, lo cual podría significar que dejará de inyectar dinero en el circuito, aún cuando la tasa se mantenga negativa.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
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