Entorno muy favorable para las compañías energéticas de cara a los próximos meses, entre ellas Iberdrola. Por un lado, el posible cambio de Gobierno podría favorecer los resultados de la industria, principalmente suprimiendo el actual impuesto, que ha supuesto 1.562 millones de euros hasta ahora a las eléctricas.
Por Manuel Pinto (XTB)
El precio del gas está recuperando terreno en las últimas semanas, por el posible aumento de la demanda en Asia, mientras que la cantidad de plataformas de gas en los EEUU se ha reducido drásticamente, lo que, a pesar de los altos niveles de inventario, genera dudas sobre la capacidad de satisfacer una demanda posiblemente mayor, lo cual impulsaría su precio.
En lo particular, Iberdrola mantiene una tendencia al alza importante en sus resultados, derivado principalmente del crecimiento de Estados Unidos y Brasil. Con perspectiva de crecimiento sostenible, con fuertes inversiones destinadas a renovables y redes inteligentes para acelerar la electrificación y fomentar la autonomía energética.
Además, sus altos niveles de dividendo, aumenta su atractivo de cara a las carteras de inversores que buscan este tipo de estrategia para cubrirse ante la inflación.
Respecto al nivel técnico de la compañía, la cotización dibuja un canal alcista de mínimos y máximos crecientes, rebotando desde su parte baja, en una zona de resistencia clave que ha intentado superar sin éxito en diferentes ocasiones en los últimos meses. En caso de romper al alza este nivel, su siguiente objetivo serían los 12,6 euros por acción que fueron los máximos históricos de la compañía, alcanzados a finales de 2020.
Como nivel de stop elegimos 10,90 euros que supondría cotizar por debajo del último mínimo creciente y zona del retroceso de fibonacci de 50.