Mientras que el euro, el dólar y la libra no se movieron prácticamente entre sí, las divisas de los mercados emergentes volvieron a acaparar la atención la semana pasada.
Esta semana será inusualmente tranquila, ya que habrá pocas noticias macroeconómicas o políticas que puedan mover los mercados en cualquiera de las principales áreas económicas. Los inversores se centrarán en los discursos de varios miembros de los bancos centrales. Los más importantes serán los de Lagarde, presidenta del BCE, y Mester, miembro con derecho a voto del FOMC.
EUR
Las cifras preliminares de la inflación de la eurozona correspondientes a mayo ofrecieron la primera buena noticia significativa en este frente en muchos meses, ya que tanto la tasa general como la subyacente cayeron bastante más de lo previsto. Esta segunda disminuyó del 5,6% al 5,3%, la primera caída significativa desde los máximos históricos.
Con los tipos de interés en el 3,25%, por debajo de la tasa de inflación subyacente, el BCE aún tiene mucho trabajo por hacer. Además, los niveles de inflación en la eurozona siguen siendo inaceptablemente altos, pero parece que al menos hay luz al final del túnel. El euro hizo caso omiso de las cifras de inflación y del consiguiente retroceso de las expectativas sobre los tipos de interés del BCE, lo que indica que la moneda común podría estar tocando fondo.
USD
El informe de empleo de EE.UU. correspondiente a mayo fue sólido en todos los sentidos. La creación de trabajo sigue siendo fuerte y la economía estadounidense se mantiene en pleno empleo. Sin embargo, esta fortaleza está atrayendo a los trabajadores a la bolsa de trabajo, y las ganancias salariales parecen moderarse lentamente.
Este informe reduce la presión sobre la Fed para que vuelva a subir los tipos de interés en su reunión de junio, aunque una mala cifra de inflación en los datos de mayo, que se publican la semana que viene, volvería a trastocar todas las previsiones. Sin embargo, las expectativas de recortes de tipos se siguen retrasando. En definitiva, la Fed parece estar ahora más cerca de lograr un “aterrizaje suave” de lo que parecía hace tan sólo unas semanas.
GBP
La negativa sorpresa del IPC de hace dos semanas sigue favoreciendo a la libra, al tiempo que aumentan las expectativas sobre los tipos de interés del Banco de Inglaterra. Esta tendencia es especialmente notable frente al euro, lo que permitió a la libra alcanzar nuevos máximos de un año frente a la moneda común la semana pasada.
En una semana con apenas noticias que puedan mover los mercados y sin discursos de los miembros del banco central, la cotización de la libra dependerá de los acontecimientos en otros lugares.