Pese a que los datos de manufacturas y servicios en Estados Unidos arrojaron el viernes cifras por encima de lo esperado, el dólar continúa presentando un comportamiento errático en varios frentes.
La excepción a los movimientos bajistas del billete vienen por el lado del yen y el oro. Ambos activos han perdido terreno en las últimas horas del viernes y en las primeras del lunes, producto de una recuperación de los rendimientos de los bonos del Tesoro. Estos habían llegado al 3.56% la semana pasada, y cotizan al 3.80% en estos momentos.
De todos modos, lo que impera en los mercados es una postura serena. Salvo algunos activos, la mayoría se mueve dentro de rangos de precios conocidos, sin movimientos bruscos, a la espera de novedades en materia de política monetaria (que no llegarán próximamente) o de la resolución de la crisis bancaria que estalló dos semanas atrás con la caída del Silicon Valley Bank. Precisamente, un banco estadounidense está en negociaciones avanzadas para comprar al banco caído en quiebra, y estas podrían quedar resueltas durante la semana en curso.
La bolsa de Nueva York presenta un panorama alcista en los futuros de los índices bursátiles. Los del Dow jones en primer término, pero también los del S&P 500 y el Nasdaq 100 presentan sendos comportamientos positivos en estas horas, que auguran una sesión de lunes favorable a las principales acciones.
La onza de oro retrocede luego de coquetear en reiteradas oportunidades con los 2000 dólares. Por el momento, se trata de una corrección bajista sin mayores consecuencias para la onza.
En cuanto al euro y la libra esterlina, parecen preparados para apuntar al alza en las próximas sesiones. La moneda única llegó a 1.0930 la semana anterior, pero no pudo sostener sus ganancias. La superación de 1.0830 le dará un nuevo impulso alcista al euro, que apuntará otra vez a 1.0900.
La libra, en tanto, se mueve sin mayores contratiempos por encima de 1.2230, con una tendencia alcista en el gráfico de 4 horas. En su caso, la confirmación de un rally vendrá luego del quiebre de 1.2300, tarea nada sencilla para la moneda británica. Las dos presentaciones del gobernador del BoE, Andrew Bailey, previstas para este lunes y martes, podrían mejorar la situación de la libra esterlina.
El resto del calendario ofrece datos interesantes. El PBI final del cuarto trimestre, el índice de confianza del consumidor del Conference Board y el deflactor de inflación serán informes relevantes y que pueden tener un buen impacto en el dólar.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.