Después de una semana de ganancias importantes, el dólar intentará mantener su supremacía en todos los frentes. No será una empresa fácil. El billete atravesó sus mejores días del mes ante la publicación, casi consecutiva, de los datos de empleo, inflación y ventas minoristas de enero, con cifras muy por encima de lo esperado.
Sentimientos encontrados generaron estos informes. Por un lado, el famoso “aterrizaje suave” del que habla la Fed y varios analistas, podría hacerse realidad. El mismo consistiría, si ocurre, en aumentar la tasa de interés en varias oportunidades más, bajando la inflación, y a la vez evitando una recesión que parecía segura en el último trimestre de 2022. Por otro lado, las mismas cifras generan incertidumbre por motivos parecidos: la Fed aumentará la tasa, quitando liquidez, y aunque los mercados lo expresan de otra manera, a menor liquidez, las acciones sufren.
El dólar aprovechó la ocasión para llegar a máximos de varias semanas ante el euro, la libra esterlina y el yen. La moneda única cayó de 1.1025 a 1.0610 con pocas escalas, aunque terminó la semana pasada con una ligera recuperación. Sin datos que ameriten tal movimiento, el euro no tiene muchos incentivos en estos momentos, y deberá luchar en buena forma para seguir escalando posiciones.
La libra esterlina, habitualmente más volátil que el euro, cayó fuerte la semana anterior, e intentará mantenerse por encima de 1.2000, para iniciar un camino de recuperación. Este martes, con los datos de manufacturas y servicios de Reino Unido, la moneda británica tendrá una buena oportunidad. Claro que en la Eurozona y en Estados Unidos se conocerán los mismos informes, con diferencia de pocas horas.
El yen tiene su suerte atada a la de los bonos del Tesoro de Estados Unidos. Los rendimientos de estos se mantienen muy altos, en un rally poco esperable días atrás. La apertura de la semana, con el yen debajo de 134.00 sugiere que aún tiene un camino bajista por recorrer en el corto plazo, aunque el mismo no parece muy largo. La impresión es que si logra recuperar la cota de 131.00, el yen podría comenzar a ganar terreno pronto.
La onza de oro ha logrado salvar, por ahora, su tendencia alcista de corto plazo, rebotando en el 38.2% de su rally 1615/1959 dólares. Puede ser el inicio de un rumbo alcista sustentable, aunque en buena medida dependerá del comportamiento del dólar en general.
Y el billete no parece tener mucho por ganar. Con los informes más importantes ya publicados, solo el PBI revisado del último trimestre, y el deflactor de inflación (previstos para el jueves y viernes respectivamente) podrían sostener su fortaleza.
La semana se inicia con un festivo en Estados Unidos, lo cual suele limitar la actividad en todas las sesiones. La actividad habitual regresará entonces en la sesión asiática del martes.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
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