La semana pasada se produjo un cierto alivio en el frente inflacionista a ambos lados del Atlántico.
Esta semana, la atención se centrará en el importante informe sobre la inflación del IPC de EE.UU., que se publicará el jueves. El optimismo de los mercados, que creen que el pico de inflación ha quedado atrás, deja poco margen de error. La mayoría de estrategas y economistas están revisando al alza sus previsiones para el euro, debido a la sensación de que el impacto de la crisis energética será menor de lo esperado y de que cualquier recesión será breve y poco profunda (lo que ha sido nuestra opinión en todo momento). Las cifras mensuales del PIB del Reino Unido de noviembre y una serie de discursos de importantes miembros de los bancos centrales, encabezados por el presidente de la Fed, Jerome Powell, el martes, completarán los eventos de la semana.
EUR
El sentimiento en torno a la economía de la Eurozona ha mejorado notablemente en las últimas semanas gracias a un invierno suave, la bajada de los precios de la energía y lo que parece ser una mejora significativa de la tasa de inflación general. No debemos dar demasiada importancia a la sorpresa en el frente de la inflación de la semana pasada. La causa fue la intervención directa del Estado en los precios de la electricidad, sobre todo en Alemania y España, en lugar de un reequilibrio significativo entre la oferta y la demanda.
La inflación subyacente, más persistente, sigue aumentando y no hay indicios de que haya tocado techo. Los miembros del BCE parecen estar de acuerdo con nosotros, y el tono de sus comunicaciones es mucho más agresivo de lo que sugieren los actuales precios de mercado para futuras subidas de tipos.
USD
El informe sobre el mercado laboral estadounidense correspondiente al mes de diciembre debe de haber complacido a la Reserva Federal, ya que no fue ni demasiado suave ni demasiado duro. Se sigue creando empleo a un ritmo constante, aunque moderado, y aunque el desempleo se mantuvo cercano a los mínimos, los aumentos salariales parecieron moderarse. En general, los datos son coherentes con la moderación de la inflación y el crecimiento de la economía. En otras palabras, un aterrizaje suave.
Las señales de que la inflación puede haber tocado techo a corto plazo son más convincentes en EE.UU. que en Europa, pero la Fed comparte el sano escepticismo del BCE y los comentarios de los responsables del FOMC siguen siendo agresivos.
El dólar parece no saber hacia donde moverse, lastrado por el optimismo sobre la inflación pero favorecido por el tono de los comunicados de la Fed. El próximo informe sobre la inflación debería aportar algo de claridad.
GBP
La libra tuvo un comienzo de año poco destacable, pero aun así logró un rendimiento decente y se situó cerca de la cabeza del ranking del G10.
La libra se considera ahora un activo de riesgo y se ha visto ligeramente impulsada por la fortaleza de los mercados. Esta semana la atención se centrará en los datos del PIB de noviembre, en busca de la confirmación de que el Reino Unido atraviesa una leve recesión. Las previsiones de consenso apuntan a una contracción de la producción económica del 0,3%. El sentimiento en torno a la economía del Reino Unido es bastante pesimista y una sorpresa positiva en este sentido podría dar lugar a un repunte significativo de la libra.