Los datos de empleo de Estados Unidos de diciembre volvieron a ofrecer cifras positivas, con una creación de más de 25 mil puestos de trabajo de lo que marcaban los pronósticos. A esta altura no sorprenden este tipo de diferencias, como tampoco la baja de la tasa de desempleo, que llegó al 3.5%, el mismo nivel que exhibió en febrero de 2020, justo en el inicio de la pandemia.
Sí, en cambio, fue sorpresiva la caída del PMI de servicios, que quedó debajo de la barrera de los 50 puntos, e ingresando de este modo en un ciclo de contracción del sector. Es prematuro pensar en una probable recesión por este motivo, pero sí conviene destacar que esta misma situación solo ocurrió con la pandemia, en los primeros meses de 2020, y en diciembre de 2009, cuando quedaban aún los resabios de la crisis desatada en diciembre de 2008, si bien ya había ofrecido cifras negativas desde inicio de 2007.
El dato es preocupante, y obliga a la Fed a revisar sus últimas previsiones en materia de tasa de interés. Con una inflación todavía muy alta, y con un mercado laboral sólido, cabe esperar que el banco central cumpla con sus pronósticos de aumentar la tasa en las primeras tres reuniones de 2023. Claro que el tenor de dichos aumentos puede variar si los informes que vienen comienzan a marcar una tendencia negativa para la economía estadounidense.
Pero no crea que esta caída en el sector más importante de la primera economía del mundo cayó del todo mal. La bolsa de Nueva York, que se había mostrado pesimista ante el buen dato de empleos conocido a primera hora (sí, leyó bien), terminó creciendo, y podríamos decir que con una ola de euforia, ante el PMI de servicios tan negativo.
Los mercados creen ver en este tipo de datos una política monetaria mucho más suave en los próximos tiempos, pese a la inflación reinante. Habrá que ver ahora si los dichos del Sr. Powell, titular de la Fed, en el sentido de que el camino para bajar la inflación será doloroso, se refieren a la situación actual. Esto es, seguir aumentando la tasa hasta que la inflación caiga, y aunque a la economía le vaya mal. Creemos que así será.
El euro, la libra esterlina y el yen escaparon de sus mínimos de varios días. La moneda única tiene por delante la cobertura de un gap en 1.0702, que dejó el 30 de diciembre. Si lo cubre, con el irán la libra, probablemente cerca de 1.2200, y el yen a la zona de 131.50.
La onza de oro se acerca a máximos de 7 meses, superando con claridad los 1860 dólares, y puede seguir en este camino en tanto el dólar se muestre débil como lo ha hecho el viernes durante la sesión de este lunes.
El petróleo y el gas natural no logran capitalizar la baja del billete, en parte por el invierno no tan frío como se esperaba en Europa. Ambas materias primas, vitales en las mediciones de inflación, se ubican en mínimos de más de un año.
Esta semana, la presentación del Sr. Powell, prevista para el martes a la mañana, y los datos de inflación de diciembre, que se conocerán el jueves, serán los eventos más importantes a seguir. No tendremos datos relevantes este lunes.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College