En nuestra última columna de 2022 mencionamos la probabilidad de que se produjeran movimientos poco esperables cuando quedan pocas horas de operaciones, y no se conocen datos importantes. Pasan los años y la situación se repite. Y el viernes no fue la excepción.
El yen, la moneda que más sufrió los embates del dólar durante el año pasado, recuperó una gran cantidad de puntos -es cierto que no logró alcanzar su mejor marca de los últimos meses en 130.56- al tiempo que los rendimientos de los bonos del Tesoro (cuyos aumentos a máximos de 15 años fueron el principal causante de su declive) caían con fuerza.
El euro y la libra esterlina, esta última en menor medida, también recuperaron posiciones sobre el final de la semana. La moneda única logró posicionarse sobre 1.0700, aunque era evidente que no había un impulso necesario para que siguiera creciendo.
La onza de oro, como el resto de las materias primas con excepción del gas natural, avanza bastante más allá de los 1800 dólares, y la meta de 1840 dólares aparece cercana. Tal nivel es el 50% de la baja 2070/1615 dólares, máximo y mínimo de 2022 respectivamente. Fue tan importante la volatilidad de la onza, que después de haber estado a 5 dólares de su máximo histórico, y luego en mínimos de dos años y medio, finalizó 2022 solo a 6.60 dólares del precio de inicio de enero pasado.
El petróleo también logró cerrar el año por encima de los 80 dólares en los futuros del WTI, y el platino sorprende con un máximo de casi 10 meses. La plata no pudo con la marca de 24 dólares, aunque la presunción de que ambos metales tienen mucho por ganar está latente. Las flexibilizaciones anunciadas por el gobierno de China en su programa que combate el coronavirus serán una señal de aliento importante.
Este panorama, moderadamente optimista, lleva a la baja al dólar, cuando falta mucho aún para que la Fed anuncie su próximo aumento de tipos de interés. El banco central anunció que seguirá con los aumentos, aprovechando que la variable del empleo no presenta fisuras, y a pesar de que algunos estados están mostrando algunos signos de ralentización en la marcha de la economía en general.
La bolsa de Nueva York, que perdió en forma concluyente durante 2022, también mostró buenos signos el viernes. Los índices sufrieron su peor año desde la crisis de 2008, e intentan ganar posiciones lentamente. Sin dudas, la agresiva política monetaria de la Fed fue decisiva en este sentido. Este lunes no habrá cotizaciones, y los movimientos serán muy acotados.
En verdad, en gran parte del mundo se extiende el fin de semana de inicio de año, por lo que los activos principales presentarán oscilaciones prácticamente imperceptibles. Será un buen día para organizar lo que viene, que será fuerte.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen inicio de año, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College