La volatilidad observada en el sector de las hipotecas es sinónimo de negocio para los bancos.
Por Darío García (XTB)
La última revisión del producto interior bruto (PIB) de la eurozona ha dado como resultado un dato superior y por lo tanto mejor a lo esperado. Mientras tanto, otras publicaciones macroeconómicas han empezado a mostrar un empeoramiento de la economía, lo que ha generado un sentimiento mixto sobre lo que puede suceder con los mercados financieros en las próximas semanas.
A pesar de que los inversores descuentan un incremento de tipos de interés de 50 puntos básicos del Banco Central Europeo (BCE), esto no es indicativo de un parón en las alzas de las tasas y, por lo tanto, un potencial incremento de la facturación de intereses del sector financiero.
Con un marco tan importante para el sector financiero como es la contratación de hipotecas, la volatilidad observada en este sector es sinónimo de negocio para los bancos.
Si esto es percibido por los inversores continuarán las alzas en las cotizaciones. Un ejemplo de ello es Banco de Sabadell (SAB:MC), que podría acabar el año en zona de máximos en los 0,94 euros por acción.
Por ello, el contexto macroeconómico y el análisis técnico nos ofrecen la oportunidad de una entrada en largo sobre la acción del Banco de Sabadell, con un límite de pérdidas por debajo del último mínimo relativo importante en los 0,8376 euros por acción.
Como objetivos, situaremos el más cercano y conservador en el retesteo de los máximos recientes, en los 0,893 euros por acción. El segundo objetivo, más exigente en los cierres de las velas diarias de máximos de 2022, se encuentra en los 0,94 euros por acción comentados anteriormente.